Suscribete
 
1235 18 Enero 2013

 

MALDITOS HIPTERS
En llamas
Luis Valdez

Monterrey.- Esta mañana cuando me llevaban a mi trabajo, en plena avenida Lázaro Cárdenas vimos una bola de humo escalando los aires: un auto en llamas a las 8:00 am.

Todavía no me toca que me bajen del carro, que me asalten en mi trabajo, que me secuestren o mínimo me encuentre un decapitado junto a la puerta de mi casa. Me da pavor pensar que falta poco para eso. Porque ya no es sólo un auto el que está en llamas. Es toda la ciudad.

En Gringolandia los civiles compran desesperadamente más armas cuando presienten que están a punto de prohibirlas. En algunos municipios los civiles se organizan para cuidarse, en Michoacán les regalan libros e imparten charlas de superación personal. Pero ni las armas, ni la organización de civiles militarizados, ni las charlas motivadoras acabarán con la inseguridad. No son ni un extintos inmediato ni algo que nos haga dormir tranquilos.

En su novela Autos usados, Daniel Espartaco escribió que “las armas las carga el diablo (…) y las disparan los pendejos”. Y ahora vemos claramente que tanto México como Gringolandia, son territorios llenos de pendejos.

Un auto en llamas no es sólo un auto en llamas. Es el inicio de un mal día, es un conductor que estuvo a punto de achicharrarse (eso, si no lo ejecutaron antes de prenderle fuego) y sin lugar a dudas, es también una imagen que se lleva en la cabeza toda la semana o todo el mes, o ya de plano para todos los días.

¿Tiene usted, flamable lector, un extinguidor de fuego en su auto?

 

Su nombre :
Su correo electrónico :
Sus comentarios :

 


15diario.com