ANÁLISIS A FONDO
De buenas intenciones
Francisco Gómez Maza
Priístas y verdes… dar la vida por el Pacto
Y más promesas de mejores niveles de vida
Ciudad de México.- Un acto puro de campaña política resultó la final de la Reunión Parlamentaria Conjunta PRI-PVEM, clausurada por el presidente Enrique Peña Nieto con un enjundioso discurso de buenos propósitos, en el día 61 de su mandato.
Los diputados priístas, pastoreados por el sonorense Manlio Fabio Beltrones, y sus fieles “ecologistas”, por el servicial Arturo Escobar, salieron de la sede del encuentro rebosantes de pacto por México, y dispuestos a defenderlo ante los embates de quienes desde la izquierda lo ponen en entredicho.
El presidente de la república avivó las llamaradas del corazón de los 213 priístas y los 28 muchachitos del patriarca Jorge González Torres, para lograr un “México más competitivo y productivo” y “mejor calidad de vida” para los mexicanos.
Pero cómo lo van a lograr, porque ya se cumplen hoy 62 días de vida del gobierno priísta y nos los hemos pasado oyendo discursos de buenas intenciones. Los de ayer no hicieron la diferencia de todos los que se han pronunciado desde que comenzó la campaña electoral y más desde que se inauguró el nuevo gobierno en el patio central de palacio nacional, aquel ya lejano 1D.
Peña Nieto está decidido a darle otra armazón a las acciones de gobierno. Está convencido de que hay que reformar la constitución y las leyes secundarias en los asuntos más álgidos que norman las relaciones entre el gobierno y la sociedad civil: una reforma que permita que el petróleo sea la “palanca del desarrollo económico”, reformas para la competencia como la apertura del mercado de las telecomunicaciones, el sistema financiero y el importantísimo asunto que tiene en vilo a la sociedad: la seguridad pública y la justicia.
En ese marco se movieron los legisladores oficialistas durante las dos jornadas en las que recibieron la línea de acción trasmitida por Beltrones dentro del espíritu del Alcázar de Chapultepec, escenario de la firma del Pacto por México.
Y salieron del hotel Camino Real con el halo de la victoria para iniciar el segundo periodo de sesiones de la LXII Legislatura, mañana viernes, primero de febrero, con la decisión de ganar la tribuna y apoyar “grandes reformas” constitucionales que “impactarán” los sectores económicos y sociales ya apuntados.
Peña Nieto les habló claro y alto. No oyó el murmullo del escribidor, cuando el mandatario estaba en el podio, decirse a sí mismo casi en silencio: “Deparar mejores condiciones de vida”. Pero cuándo, porque nos podemos pasar seis años advirtiendo que los mexicanos pobres, los desempleados, los hambrientos tienen derecho a mejores condiciones de vida, ¿y?
Los diputados del PRI y del Verde aprobarán, en el periodo legislativo que se inaugura mañana, entre otras iniciativas, las siguientes:
La energética, sobre todo en lo que se refiere a la “modernización de la empresa paraestatal Petróleos Mexicanos, que Peña Nieto prometió que no será privatizada, “sólo reafirmo que tiene que ser más productiva bajo la rectoría del Estado”, y en esto coincide con el gurú de la izquierda partidócrata, Cuautémoc Cárdenas Solórzano, quien está convencido de que es absolutamente indispensable la inversión privada en la empresa llamada “la empresa de México”. Pretende Peña Nieto energía “más barata” para detonar el crecimiento de la economía nacional.
El segundo paquete de iniciativas que aprobarán las mayorías legislativas son las llamadas reformas para la competencia –así las etiquetó Peña Nieto en su discurso de ayer–, como las que “permitan” la apertura de las telecomunicaciones –aquello de “internet para todos”– y más competencia entre las empresas telefónicas para abatir costos y precios.
La reforma financiera, que “permitirá”, según la convicción del presidente, que exista más crédito para las actividades empresariales de “todos” los mexicanos. (Me recordó aquella olvidada changarrización foxista, que otorgaba, si mal no recuerdo, un préstamo de 600 pesos para abrir un pinchurriento tendajón o un puesto de tacos callejero.)
Los legisladores tricolores aprobarán también la reforma a la seguridad y la justicia: cuerpos de policía estatales coordinados y un nuevo Código Penal único, así como uno de procedimientos penales unificado para combatir “el delito” de los facinerosos que no se visten de camisa blanca, traje de Outlet y corbata de seda.
Apoyarán igual una ley para prácticamente desaparecer el fuero de funcionarios, que no permite combatir los delitos de cuello blanco cometidos desde el aparato gubernamental.
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