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1265 1 Marzo 2013

 

La montaña parió un ratón
José Antonio Villalobos

Monterrey.- Y, ¿qué sigue? Retomo la frase épica para éstas ocasiones: " Y la montaña parió un ratón". Tanta faramalla mediática, generar morbo social al crear al nuevo chupacabras del sexenio. Antes fue Gloria Trevi a quien se exhibió presa, hoy cunde la abrumadora incertidumbre entre los maestros por el futuro en el SNTE.

Ya es Juan Díaz Presidente del CEN del SNTE, el nuevo mandamás, pero, ¿qué de las reformas estatutarias?, ¿qué de la renovación del secretario general del CEN?, ¿qué de la Reforma Educativa?, ¿qué del pliego a la demanda salarial del 2013?, ¿qué de la fortaleza y unidad del SNTE?, o no me digan que todo seguirá igual y más inerme de lo que ya estaba.  

¿De verdad vamos a ser (los maestros y el pueblo)  tan débiles y caer de rodillas ante un presidente espurio y un secretario de educación delincuente y asesino, de esos coludidos con una pandilla de asaltantes con charola de diputado de los partidos poderosos? porque lo que es mi humilde persona, se niega a ello.

Me niego a doblegar mis derechos ante una “prostituta judicial” al servicio del poder; me niego a callar la injusticia de un pseudo presidente servil y esclavo de los medios de comunicación y sectores radicales de la I.P. que con el discurso de moral y justicia engaña ofreciendo apoyo cuando lo que hace es exigir sumisión; me niego a ser miope ante tanta pobreza, inequidad e inseguridad, producto de sus erróneas o carentes políticas públicas, y que además pretendan endosar la factura de responsabilidades al gremio con el sello de "la mala educación"; esas son barbaridades, por no decir burradas, de un sistema que sólo exige silencio y devoción a la vez que contemplemos en silencio cómo llevan al futuro de México a la perdición.

Porque no es sólo la Reforma Educativa; ese es sólo un instrumento en el concierto total que son todas las reformas y canalladas de éste nuevo-viejo PRI autoritario, al juntar la laboral, la educativa, la fiscal, la energética, el IVA a alimentos y medicinas (las llamadas reformas estructurales), etcétera. Todo ello en conjunto es una receta neoliberal para beneficiar a la inversión extranjera  así como a los capitales especulatorios y volátiles como lo son los bancos internacionales y la bolsa.

¿Y el pueblo?, ¿y los trabajadores?, ¿y los niños en posición de pobreza extrema? Por ellos quién va a velar.

¿Qué sigue? O no me digan que por arte del poder del decreto y la todo poderosa voluntad presidencial desde ayer todas las escuelas están en optimas condiciones, o que todos los niños llegan bien alimentados y abrigados a las escuelas dispuestos a aprender, o que todos esos mismos niños aprendieron a leer de corrido y comprenden lo que leen casi mágicamente, o que ya se va a invertir y efectivamente destinar a educación mínimo el 8 por ciento del presupuesto anual. 

Si no es así entonces de qué sirve todo ese montaje mediático, de qué sirve decir que la culpable ha sido castigada pero no se resuelven los males sociales a su persona atribuidos. Porque es innegable que fue día de fiesta para muchos, festejaban maestros, y no maestros, algunos menos mostraban preocupación o una especie de duelo; pero, yo no pienso que sea todo y cuestiono, ¿y?, ¿qué sigue?

Porque nosotros los maestros frente a grupo no estamos desviando recursos, simplemente estamos luchando por nuestros derechos laborales y el derecho a la educación de esos millones de niños en pobreza extrema que no tienen otra opción que la escuela pública y gratuita de la que provenimos casi todos los maestros en México y a la cual servimos con profesionalismo.

Nosotros los maestros de base no pactamos con candidatos no afines al presidente en turno, simplemente somos seres pensantes y generamos opinión en nuestras familias y entornos escolares pugnando por que sí, en efecto impere el estado de derecho, pero con justicia, imparcialidad y que se acabe la impunidad, no un derecho selectivo a los intereses del gobernante en turno, esa "justicia" aderezada con la campaña mediática convenciendo a maestros y no maestros de las bondades del presidente y sus reformas.

¿Entonces la lucha sigue?, o si se apaciguaron los dirigentes y como en el 93' en Nuevo León ya se detiene la lucha y aceptamos lo que diga el patrón. Porque de no ser así, que la lucha continúe. Insisto: "Y la montaña parió un ratón".

 

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