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1393 28 Agosto 2013

 

El derecho a opinar sobre México
Jesús González

Monterrey.- Y comenzó la consulta. Desde las 6:30 de la mañana del domingo 25 de agosto, mujeres y hombres en Nuevo León comenzaron con la logística de la Consulta Nacional sobre las reformas energética y fiscal. Los preparativos que llevaban semanas se ponían en marcha, ahora había que aplicar lo que se planeó en papel.

Aunque hubo algunas diferencias con el PRD, partido que promovió y coadyuvo con la logística de la consulta, al final se impuso el interés mayor: colocar las mesas de consulta para que los habitantes de Nuevo León emitieran su opinión. Hubo algunos retrasos, hay que decirlo. Algunos de los responsables de mesa llegaron tarde, y la entrega de mobiliario comenzó con retraso, pero al final se colocaron 86 mesas.

Durante la mañana de ese domingo, la gente comenzó a emitir su opinión, muchos se acercaron a las mesas y abiertamente le comentaron a los responsables que no tenían información sobre las reformas y que eso les dificultaba opinar. Algunos vieron con recelo que se solicitara la identificación de la persona para validar su opinión y prefirieron no hacerlo, algunos no portaban la credencial de elector, que era indispensable para participar.

Al pasar las horas, nos dimos cuenta de que la población no estaba participando a pesar de que había mesas dentro de los centros comerciales. La gente prefería no opinar. “¿Para qué opinamos si como sea van a hacer lo que quieren los políticos?” “Sí quisiera opinar, pero tengo prisa. ¿No estarán otro día?” eran algunas de las expresiones que recibían las y los responsables de mesa.

Sin duda pasaran varias generaciones antes de que los habitantes de Nuevo León se asuman como actores de la vida pública.

Algunas autoridades se pusieron nerviosas con este ejercicio de la ciudadanía. En el área del kiosco Lucila Sabella, frente al palacio municipal de Monterrey, un policía del municipio intento retirar la mesa diciendo que se requería permiso especial. El oficio de solicitud de permiso que el mismo municipio se negó a recibir unos días antes.
Se le explicó de manera amable al policía que este ejercicio tenía fundamento legal en la Constitución Mexicana, y después de solicitar instrucciones “permitió” que la mesa siguiera operando.

En la zona de La Estanzuela, policías estatales interrogaron a los responsables de mesa. Se despidieron diciendo: “nosotros no te vamos a decir nada, pero si viene Fuerza Civil ellos si te van a quitar”.

Deducimos que el trabajo de represión política está encargado a Fuerza Civil en Nuevo León.

La amenaza se cumplió en la zona centro de Monterrey. Policías de Fuerza Civil ordenaron se retiraran las mesas de la Explanada de los héroes, de la Central de Autobuses y de la calle Juan Ignacio Ramón en la zona del Obelisco. Fueron tajantes en que se requería un permiso especial. Los responsables de mesa, al ver que no habría forma de que entendieran que es un derecho de la población, optaron por reubicar las mesas para evitar confrontaciones, lo que provocó una valiosa pérdida de tiempo.

Personas que se presentaron como funcionarios de la secretaría de Gobernación Federal acudieron a tomar fotografías en los municipios de Santa Catarina y García. Una funcionaria de seguridad nacional monitoreó vía telefónica el desarrollo de la consulta, preguntando a la coordinación estatal.

Las autoridades de todos los niveles no están acostumbradas a que las y los habitantes quieran participar en la vida pública.

Casi al final de la consulta comenzó una tormenta importante desde el oriente de la ciudad, lo que hizo aún más heroico el esfuerzo de las y los responsables de mesa que, como pudieron, se mantuvieron en sus puntos, aunque se afectó el nivel de participación.

Aún cuando no se terminaron las boletas disponibles para la consulta, este es un esfuerzo enorme en cuanto a revertir la histórica falta de interés de la población de Nuevo León en los asuntos políticos y económicos. Aunque no toda la gente participó llenando una boleta, si fue mucha la gente que se interesó por saber de qué tratan las reformas.
No hay que perder de vista al grupo que llevo adelante contra todas las dificultades esta consulta: estudiantes de las universidades más grandes del Estado, defensores de derechos humanos, activistas,  miembros de las comunidades eclesiales de base y personas que no pertenecen a ninguna organización.

Ellos son los nuevos actores que comienzan a transformar la política en Nuevo León.

Tampoco obviemos los intentos de represión por parte de las autoridades del Estado. Es una señal muy negativa que se extiendió hasta la prensa, que decidió no publicar nada acerca de la consulta los días anteriores perjudicando su difusión (con la excepción de 15diario).

En todo el país crecen los conflictos y Nuevo León no es la excepción. Queda una pregunta en el aire: ¿será la población víctima o actor de los cambios en el país?

PD: Ya anuncian el incremento a las tarifas del agua en Nuevo León para costear el proyecto Monterrey VI. ¿Qué pensará la población?

@proyectoepuente

 

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