Suscribete
 
1418 2 Octubre 2013

 

Federalismo, difícil en México
Efraín Poot

Mérida.- Hoy más que nunca tiene sentido lo expresado por Mauricio Merino en su libro “La transición votada”, donde afirma que el régimen federal en México se creó con el objetivo de apaciguar las inconformidades regionales provocadas por el excesivo predominio del centro:

“No nació de la voluntad manifiesta de estados independientes para integrarse en una federación que les permitiera beneficios comunes de largo plazo, sino que es producto de la lucha de intereses, oculto bajo la apariencia de la cooperación entre estados. Por eso la creación de aparatos políticos controlados por el poder central ha erosionado, la soberanía de los estados y la autonomía de los municipios.” (Merino, 2013, Pp. 34,35).

Las controversiales reformas impulsadas por el ejecutivo federal  y las propuestas formuladas por los dirigentes partidistas firmantes del Pacto por México (con la obvia creación del Instituto Nacional Electoral y la consecuente desaparición de los institutos electorales de los estados) han avivado la vieja polémica centralismo vs. federalismo.

Hay quienes abogan por un presidencialismo fuerte capaz de frenar la excesiva concentración de poder de que gozan actualmente los gobernadores; parece que el dinamismo  alcanzado por los grupos de poder estatales les resulta incómodo a pesar de los beneficios que éstos les han reportado cuando en ellos encuentran aliados: basta recordar que el actual presidente es producto de una coalición de gobernadores.

El pésimo desempeño de los gobiernos estatales en materia de transparencia y rendición de cuentas, aunado a los numerosos casos de ineficiencia y corrupción en los que se han visto involucrados numerosos gobernantes  y funcionarios de las entidades federativas, sin duda se han convertido en las mayores  amenazas para los planes de desarrollo del país y para el interés de los partidos políticos por controlar cada vez más espacios de poder.

El control o subordinación que los ejecutivos estatales ejercen sobre las legislaturas y los sistemas judiciales de sus entidades federativas ha impedido que estos poderes ejerzan su función de contrapesos que eviten el abuso de poder de los gobernadores, degradándolos a simples instancias tramitadoras de la voluntad del grupo en el poder y garantes de la impunidad, con lo cual erosionan los cimientos del sistema democrático.

De ahí que en aras de restablecer el control centralista sobre las entidades federativas ejercido durante la era del monopolio partidista, el actual gobierno federal se empeñe en amarrarles las manos a los gobiernos estatales a través de mecanismos que le permitan suministrar los recursos públicos que suelen ser desviados para el enriquecimiento de unos cuantos funcionarios estatales y municipales.

Esa es la verdadera finalidad de las propuestas como las contempladas en la reforma hacendaria encaminadas a la desaparición del Fondo de Aportaciones Básicas del Ramo 33, mediante el que se destinan recursos económicos a los estados para el pago a profesores, cuestión que haría de forma directa el gobierno federal, pues creen que de ese modo asegurarían un control más estricto de plazas, movimientos y sobresueldos, además de que permitiría una mayor transparencia en el ejercicio del gasto, el mismo trato se le daría al sector salud en los estados a los que en vez de dinero se les suministraría medicinas, es decir el recurso sería en especie.

Este anuncio, que en seguida levantó múltiples simpatías y adhesiones legítimas, es un reconocimiento al fracaso de los procesos de descentralización, ya que no fueron fortalecidos con verdaderos mecanismos de control, seguimiento, evaluación, transparencia y rendición de cuentas que impidieran el despilfarro y el enriquecimiento inexplicable de numerosos funcionarios gubernamentales.

Pero que no hay que perder de vista que los aparentes beneficios inmediatos, en realidad van en detrimento de una verdadero federalismo hacendario que establezca claramente las competencias y potestades tributarias de los tres niveles de gobierno: la federación, los estados y los municipios.

 

Su nombre :
Su correo electrónico :
Sus comentarios :

 

 

15diario.com