ANÁLISIS A FONDO
Puras ganas de joder
Francisco Gómez Maza

Ciudad de México.- Debo advertir que el señor Andrés Manuel López Obrador jamás ha sido santo de mi devoción. No he votado por él. Ni por el PRI. Menos por el PAN. He sido muy crítico de él y de toda la izquierda partidista, especialmente del PRD. A mis amigos les consta. No creo en los izquierdistas orgánicos, que emplean la misma lenguaraz demagogia de los lirones del partido oficial. Pero de eso a intentar un linchamiento es una actitud incalificable, totalmente mezquina, sólo digna de quienes no reparan en los medios para lograr satisfacer sus intereses individualistas.

En la edición del periódico La Jornada de este martes 28 de octubre me llamó poderosamente la atención el cartón de Hernández, a quien no tengo el gusto de conocer. En el dibujo aparece la imagen del tabasqueño, supuestamente pegada en un muro. Y a su lado, como si estuviese en vivo, el amigo Jesús Murillo Karam, hoy por hoy el procurador general de la república.

Arriba de la cabeza del agente del MP está un globo en el que dice: “Aún no hallamos a los desaparecidos, pero aquí está éste, que queremos que desaparezca”. El cartón de marras le ha dado la vuelta a las redes sociales, posteado por infinidad de simpatizantes del cismático político tropical.

Sus adversarios han difundido una imagen en donde López aparece al lado derecho del desaparecido José Luis Abarca, presunto narcoexpresidentemunicipal de Iguala, acompañado éste de su mujer, una bella señora acusada de ser también operadora del grupo criminal de los Beltrán Leyva y ahora resulta que amante del ex gobernador defenestrado..

Disculpen amigos del PRI, del PAN, doctor César Camacho Quiroz; estimado economista Manlio Fabio Beltrones Rivera; respetable lirón de presidentes, Emilio Gamboa Patrón; señor Ernesto Cordero, experto en perder elecciones. y demás etcéteras. El hecho de que ustedes pudieran haberse fotografiado con algún criminal, con algún personaje involucrado con alguna banda del crimen organizado, con algún narco, no los hace a ustedes de la misma calaña. Y vaya que en su larga carrera politiquera seguramente han sido captados por alguna cámara en “malos” pasos, que en realidad no son malos, porque ustedes como hombres públicos de repente ni se dan cuenta de que son fotografiados hasta con el hijo del diablo. Así ocurrió recientemente con diputados panistas en el afer de Puerto Vallarta. Aquello del baile con “Montana”. ¿Lo recuerda?

Ayer mismo, pude ver más fotografías en las redes sociales. Dice mi amigo Amigón que son “montadas”. Habrá que consultar a Casasola, uno de los más brillantes artistas de la lente. Una, donde está José Luis Abarca del lado derecho del presidente Enrique Peña Nieto; otra donde el fugado aparece con el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera. Otra en la que está con Rosario Robles Berlanga. Y otras más. Y qué. Ni Peña Nieto, ni Mancera, ni Rosario pueden ser criminalizados, satanizados por tales “comprometedoras” (¿comprometedoras?) imágenes.

El señor Abarca era el presidente municipal de Iguala. Es natural, es normal, que se haya fotografiado con muchos personajes de la política y de la iniciativa privada. Es comprensible también que los muy interesados en dejar mal parado a alguien hagan montajes. Es muy sencillo para los que saben de la técnica.

Pero bueno. Estamos en tiempos preelectorales rumbo a las elecciones intermedias del 2015 y en la politiquería mexicana se vale de todo. Es una guerra sucia, muy sucia, y hay que bañar de mierda al adversario.

Ah. Y los amigos del PRI y el PAN están muy preocupados por un muerto, que el domingo pasado les demostró que aún tiene un hálito de vida. Cómo se atreven. Cómo se atreve don Emilio a pedirle al tabasqueño que aclare su relación con Abarca y congéneres, cuando él nunca aclaró la suya con Kamel Nacif, condenado por pedofilia. Son los más eficientes propagandistas de un personaje que no se ha encontrado nunca en la política. Qué es lo que quieren. ¿Qué PRD y PAN vayan juntos para quitarle votos a Morena?

Cuando todos deberían estar más ocupados en encontrar a los estudiantes normalistas de Ayotzinapa. Qué país de caricatura en el que nos tocó vivir, estimada Cristina Pacheco. Como cuando don Quijote y Sancho se encuentran en un lugar fétido. El Caballero de la Luna le dice a su escudero: Sancho, huele y no a ámbar. Todo esto es un tiradero. Hiede…

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