SOCIEDAD DEL CONOCIMIENTO
Avanza la pobreza
Edilberto Cervantes Galván

Monterrey.- Es usual que se aplique la frase: “combate a la pobreza”, para referirse a los esfuerzos del gobierno por acabar o por lo menos reducir la pobreza.

Hace unos días la Organización de las Naciones Unidas que se ocupa de la infancia, la Unicef, informó que la pobreza entre la niñez se está expandiendo en el mundo.

Podría decirse entonces que la pobreza está ganando la batalla. Y la está ganado al afectar al segmento más delicado de la sociedad: la niñez.

El avance de la pobreza no es igual en todos los países. Hay diferencias.
Países que hasta hace poco se consideraban ricos o desarrollados sufren los efectos de la crisis económica y de las políticas de austeridad que han impuesto los gobiernos.  

En los últimos cuatro años, la pobreza monetaria de los menores aumentó en 23 de las  naciones más desarrolladas. En Irlanda, Croacia, Letonia, Grecia e Islandia creció más de 50 por ciento.

En más de la mitad de los países ricos, uno de cada cinco niños vive en la pobreza. Esa proporción alcanza al 32 por ciento en los Estados Unidos y al 30 por ciento en Italia.

Aquí en México la pobreza infantil aumentó cinco puntos porcentuales al pasar de 29.3 a 34.3 por ciento en cuatro años. Esto es: uno de cada tres niños mexicanos vive en la pobreza.

La pobreza afecta a buena parte de la población y de las familias mexicanas.
México presenta el nivel de ingreso per cápita más bajo de la OCDE.

Comparado con los demás países latinoamericanos, México se ubica en sexto lugar, detrás de Uruguay, Brasil, Argentina y Venezuela, según los datos del Fondo Monetario Internacional, de 2012.

Mientras que uno de cada cuatro chilenos dice que no puede comprar suficiente comida, en México la situación está peor: el 38.3 por ciento de la población (dos de cada cinco mexicanos) sufre para comprar la canasta básica.

El gasto público mexicano en protección social es el más bajo de la OCDE, equivale al 7.4 por ciento del PIB, frente al 21.9 por ciento promedio de los países de la Organización.

En el juego de los indicadores estadísticos, si bien se señalan los factores que inciden en los índices, no se identifican las causas.

El avance de la pobreza en México es resultado del mediocre desempeño de la economía y por consecuencia de la falta de creación de empleos.

El desempleo en México subió del 3.8 antes del 2008 al 5.2 por ciento en 2013.

La OCDE también señaló que México tiene a más del 60 por ciento de los trabajadores en el sector informal, es decir, sin ninguna protección social y esto se amplía a sus familias.

Además de una economía ineficiente, otro rasgo de la situación social en México es que la brecha entre ricos y pobres es amplia y se está expandiendo.
Entre los integrantes de la OCDE los dos únicos países latinoamericanos miembros de la organización: Chile y México, son países con creciente desigualdad de ingreso, Chile sigue siendo el país más inequitativo del grupo y México, el segundo.

Se podrá argumentar que en los próximos años se va a recuperar el crecimiento económico o que se está combatiendo a la pobreza, pero el impacto en la desnutrición, en el crecimiento físico e intelectual que genera el hambre, son daños que se están infligiendo desde hace años en los niños y son irreversibles.     

Hace algunos años, la Secretaria de Desarrollo Social del Gobierno del Presidente Fox puntualizó: la política social no puede simplemente ir recogiendo los muertos y heridos que deja la política económica. Pero, así ha sido.

En la medida en que la economía no crece, que no se generan empleos, que los esquemas de protección social cubren a menos población, que el salario en términos reales se ha reducido, es inevitable que la pobreza aumente y que ésta impacte en la población infantil.

No sólo es México; los retrocesos de bienestar en Grecia y España, por ejemplo, son drásticos. Y allí están, las mismas políticas económicas.