Perfil del joven con computadora
Eloy Garza González

San Pedro Garza García.- Los patrones de conducta de los jóvenes está cambiando con Internet y las redes sociales. ¿Para bien o para mal? Esta deducción moral es equivocada: quien enjuicia está destinado a quedarse en la superficie del tema analizado.

De manera que, sin dictaminar ni calificar, planteo cinco rasgos sociales de los jóvenes mexicanos de la segunda década del siglo XXI.

Los jóvenes actuales “viven en público”: lo que no contaron en Facebook, ni lo subieron a Instagram, ni lo difundieron en Twitter, no les sucedió. Punto. Viven en otra escala de valores, donde la identidad se forja bajo el lema: “soy lo que comparto, no lo que me guardo” (“privacidad líquida”, decreta el escritor Zygmunt Bauman).

Los jóvenes de ahora, bien llamados “Generación Y”, o “Milennials”, cuya edad oscila entre los 18 y 30 años, no suelen coleccionar parejas a escondidas ni amparados en la noche o en moteles de paso. Cuando no les gusta la pareja de turno, se buscan otra y listo (“amores líquidos”, les dice Bauman).

¿Que su contratante de empleo o un head hunter les verá fotos suyas subidas en Facebook con los pantalones en la mano y zombis de borrachos? Les da igual: su frustración sería lo contrario, es decir, no dejar testimonio en las redes sociales de lo que hicieron ayer por la noche, o antier, o durante el verano pasado (vida líquida).

En esta sociedad hiperconectada, la “Generación Y” dejó de ser mero consumidor de productos de entretenimiento, para volverse “prosumidor” (productor más consumidor a un tiempo). Si los jóvenes no cantan en sintonía con sus ídolos, peor para sus supuestos ídolos (fans líquidos).

Las citas a fiestas y reuniones las hacen ahora los jóvenes con instantánea velocidad de reacción vía Facebook, en invitación abierta, con riesgo de que se esperen diez invitados y lleguen cien. O mil. O diez mil. Lo mismo en Madrid, Nueva York o Monterrey. Ningún chavo actual caerá en pánico escénico de que no aparezca nadie en su festejo (publicidad líquida).