DISPARATES
Balas o votos
Armando Hugo Ortiz

 

Monterrey.- Peje dijo: “Este régimen está podrido, sólo hay una salida, cambiar a México” (El Universal 28-04-15) ¡Ajá!

“El desafío es hacerlo sin violencia”. Ajá.

La opción real de cambio violento sería que una facción de las fuerzas armadas, harta también de la corrupción, se rebele contra Peña Nieto. Mucha gente la secundaría, pero significa guerra civil y el Tío Sam no lo permitiría, por los millones de mexicanos huyendo de las balas a la Unión Americana. Así, a otra cosa, mariposa.

Peje dijo: Tenemos que ir a las elecciones ¿Ajá?

De acuerdo a un estudio de imagen solicitado por el INE, sólo el 27 por ciento de los encuestados considera que las elecciones son confiables; el 50 por ciento no cree en absoluto en ellas.

La gente sabe que el proceso electoral es un simulacro de la mafia para perpetuarse, cada voto es un grano de maquillaje para disimular su podredumbre.

El Peje considera sinónimos vía “pacífica” y  “electoral”; más bien es su vía; el abanico de recursos pacíficos tiene más amplitud, corresponde a las nuevas generaciones el desafío de utilizarlos.

No es que la gente considere la violencia como la ruta para el cambio, más bien juzga que las alimañas están dispuestas a defenderse con armas.

Cuando López Obrador compitió por la presidencia en el 2006, hubo una feroz campaña para denigrarlo, pese a ello ganó; entonces la Mafia alteró los resultados, Peje buscó alternativas pacíficas para defender el voto ciudadano, pero las Fuerzas Armadas se atrincheraron en Palacio Nacional, prestas a defender el fraude con violencia.

Ya lo dijo a finales del siglo XX Fidel Velázquez, tiranosaurio de cepa: con balas llegamos, y sólo con balas nos sacarán.

Si López Obrador aspira a llegar con votos a la presidencia en 2018, ya sabe qué le espera.