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1882 14 Julio 2015

 

 

Jaque al sistema mexicano
Samuel Schmidt

 

Ciudad de México.- El gobierno sufre de un mal mayor: Chapitis fugosis, síntoma corrupción aguda, severo contagio epidémico desde hace tiempo.

La gente le ha dado vuelo a la ironía y se ha reído hasta decir basta sobre la nueva pifia del gobierno, es su manera de mostrarle repudio al mal gobierno. Y es que no es un error, el sistema esta completamente podrido.

Un contratista le regala una casa al presidente y no sucede nada, ponen a un funcionario a que le eche tierra al asunto; no hay diferencia con alguien que se haga como que le habla la virgen, mientras remueven toneladas de tierra de un tunel. Si el tema es echarle tierra a los asuntos, los billetes tienen un gran poder.

Anabel Hernández sostiene que el Chapo compró su salida de Puente Grande, y ya conoceremos con cuánto compró su salida de Almoloya. En dos ocasiones compró su libertad y puso a temblar al gobierno.

Fox tuvo la oportunidad de culpar de todo al sistema que heredó del PRI, pero Peña sostuvo que esa fuga no sucedería y se burla de la sociedad que sufre la afrenta de su desgobierno cuando dice que es una afrenta para el Estado. Comprobamos repetidamente la inefectividad de las instituciones, porque son corruptos hasta la médula.

Manejo una hipótesis, que en el mundo académico requiere ser comprobada, y mientras no lo sea, es solamente eso: ante el fracaso de la estrategia en la lucha contra las drogas, el gobierno ha fortalecido al cártel de Sinaloa, primero liberaron a Caro Quintero con un tecnicismo y ahora sale el Chapo. El liderazgo del cártel se puede unificar y planear el control del país. El gobierno tendrá una sola voz con la cual negociar y pacificar el país, la paz facilitará que entre inversión para crear empleos, se exporte droga para resarcir la caída en el precio del petróleo y se estabilice el peso que se ha caído estrepitosamente. Quien tiene que recibir su recompensa política y económica seguramente lo hara.

La hipótesis no se puede comprobar porque hay datos ocultos y secretos, que tal vez con el tiempo se diluciden.

El problema es que esta hipótesis no es producto de mi imaginación, sino de comentarios que leo en diversos medios y la gente produce más versiones constantemente. ¿Conspiraciones enloquecidas?

Un resultado inminente es que se evapora la muy poca confianza que la gente le tiene a las instituciones, lo que aterroriza a la sociedad.

Los pasos de Peña serán decisivos para la política nacional, especialmente porque altera de forma drástica su estrategia de cierre de sexenio, y se acelerarán los grupos priistas que lucharan con todo por la sucesión presidencial metiendo turbulencia. Pero tiene que hacer cambios.

En una entrevista dejó implícito que Osorio Chong es el responsable de mantener preso al Chapo, de ser congruente debe cambiarlo. Es esperable que suba Miranda, un político inescrupuloso, parte del grupo Toluca, que ha manejado maniobras nefastas para la democracia mexicana, como los plantones de maestros en el DF. Eso lo pone en la antesala de la sucesión presidencial.

Cambiar al secretario de gobernación y traerse al DF a uno de los gobernadores, en la fila puede estar César Duarte, que presume de haber reducido los índices de criminalidad en Chihuahua. ¿Será suficiente un cambio de secretario?, ¿será necesario un sacudimiento del gabinete? Lo cierto es que mucha gente pide la cabeza de Peña.

Puede preservar su círculo haciendo cambios cosméticos en los mandos de tercer nivel que generarían poca credibilidad. Generarán sanciones contra funcionarios del sistema penitenciario culpándolos por la fuga, pero la sociedad no se quedará tranquila mientras la sanción no muestre una contrición seria y responsable y esa requiere cabezas de primer y/o segundo nivel.

Siguiéndo la doctrina del shock puede aprovechar el golpe para impulsar una reforma que privatice el sector salud.

Puede optar por no cambiar nada, para eso debe volver de Francia con algo tangible, aunque mientras tanto negociarán con las oposiciones para que no eleven el nivel de ruido.

Todas las salidas tendrán un elevado costo político y para apaciguar las aguas tendrá que hacer concesiones: cancelar leyes anti bronco, inyectar dinero para nivelar al peso, reformar la reforma fiscal para tranquilizar empresarios.

Finalmente, si no se puede reducir el costo político, asumirlo, prepararse para el fraude electoral el año entrante y suponer o esperar que la sociedad que está imbecilizada, se olvide rápido mientras a los opositores más ruidosos se les tapa la boca.

Por eso un rufián pone en jaque al gobierno. Mal futuro le espera a México.

 

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