PUNTOS CARDINALES
Elección de Estado
Óscar Palacios
San Cristóbal de Las Casas.- Luis Cernuda, el gran poeta español, tituló a uno de sus poemarios como “La realidad y el deseo”.
Independientemente de su contenido, el título me llevó a reflexionar sobre el diario acontecer humano. Frente a las elecciones de antier me sentí inmerso entre el deseo y la realidad. Deseaba que la ciudadanía le diera una lección a la soberbia de la elección de estado, del gasto irracional del erario, del manipuleo del hambre. Deseaba que perdiera el Verde en la capital del Estado, especialmente.
No fue así –escribo en la tarde del día 20–, ya que se anuncia que aunque apretado, ganó el verdelfin Fernando Castellanos. Paco Rojas, el panista, dio una excelente batalla. Puso a temblar a la maquinaria oficial. Logró un caudal de votos auténticos, no comprados. Paco deberá rescatar a su partido, ahora en manos del veleta Palomeque, siempre a la venta del mejor postor. Hay un aire de renovación en la vida política de Paco y si de verdad quiere a su entidad, recuerde que aún hay mucho por hacer en el futuro cercano. Hay que contrapuntear los excesos de don Güero.
Ciertamente, después de la millonada invertida para imponer al verde y sus satélites Mover a Chiapas y Chiapas Unido y etcétera, diríamos que les fue bien. Sin embargo, hay signos. Ejemplificamos: Tapachula ganó el voto duro del PRI, aunque hayan ido en coalición. En San Cristóbal ganó el verde, pero Morena les dio el inesperado susto. Enoc, el removedor, y su dispendio, bocabajeados. Noticia grata. En Comitán, municipio que consideraba su feudo el dirigente estatal del PVEM, ex Secretario de gobierno y aspirante –ya valió– a gobernador en el 18, Eduardo Ramírez Aguilar, ganó el PRI con Mario Guillén, Señor Fox. Bien don Mario, estuvo seco el elotazo.
La morenaza –Morena, pues– de fuego, merece un comentario aparte. Carlos Herrera, candidato en San Cristóbal de este partido, logró lo que parecía imposible: convertirse en el adversario real del verde. Estuvo en un tris de ganar contra todos los pronósticos y sin dar despensas y toda la parafernalia para comprar el voto. Eso habla de una ciudadanía consciente, que no se deja amilanar con las amenazas. Eran los pobrecitos y ya ven. Y no sólo eso, también ganaron en Coita. En votación, crecieron, no así el PRD, que con todo lo logrado, va en caída libre. Adelante, don Peje.
Y mientras todo eso pasaba en la encomienda de los Chiapa, el encomendero mayor, Velasco Coello, andaba en otros menesteres. Por aquí –la foto es primero– en el velorio de su amigo del alma Joan Sebastián; y por allá, la señora de Velasco Coello meneando el bote en los premios Juventud, transmitido a nivel nacional, compitiendo con las rumberas de los años cuarenta sólo que con menos –¡santo señor del veneno!– ropa. ¿Dónde quedó la forma y dónde el fondo? Por cierto, su “Rumba” –exitazo estatal– incita al bailongo. En fin, aunque fuese un matrimonio de conveniencia, un aspirante a la presidencia debe cuidar los detalles. Nuestra sociedad todavía tiene mucho de mojigata. ¿Qué dirá al respecto doña Leticia de Coello y Velasco Suárez, la regenta? Digo, es un decir...
Y ya con ésta me despido: Sirve de algo la Fepade –actúan sólo en los promocionales–: sirve de algo tanto consejero del Instituto electoral de participación ciudadana. ¿Los correrán o los defenderá quien los metió en el embrollo: MVC? Suspenso infernal y dinero tirado a la basura.
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