Hampones de cuello blanco
Hugo L. del Río
Monterrey.- El PAN nació como un partido clerical. Pío XII –el Papa de Hitler, como lo califica el historiador John Cornwell– inspiró la ideología de esta formación política: fundamentalismo católico al estilo de la España de Franco.
Hablo de una interpretación del catolicismo que no tiene nada en común con el cristianismo. Durante décadas, Acción Nacional extremó las medidas para garantizar la identificación de sus militantes y simpatizantes con aquella Iglesia romana que fue poderosa aliada del fascismo. Con el tiempo, una corriente de tolerancia e inclusión ganó espacios en el PAN. Pero los fascistas conservaron y conservan sus ciudadelas en el territorio albiazul.
Don Manuel Gómez Morín fue ideólogo de una derecha dialogante, ajena al programa de violencia y agresión de los nacionalsocialistas, la falange y el fascismo. Vamos, el maestro Gómez Morín se hizo cargo de los asuntos legales y jurídicos de la embajada soviética en México. Era hombre limpio que peleó por un México justo y generoso. Hoy, todo eso pertenece a un pasado muy lejano.
El poder corrompe, ya lo sabemos. Y el sector que hoy es dueño de Acción Nacional se caracteriza por su desaliño en lo moral y lo ético. El PRI y el PAN son idénticos, como dos gotas de agua. Naturalmente, el PRD también reniega de su origen y amplía, con el citado binomio, el triángulo de la depravación. Varios colegas anticiparon, sin sombra de duda, el triunfo de Ricardo Anaya y Mauro Guerra. ¿Es posible la, digamos, sanación del PAN? Sí, es posible. Pero se antoja poco probable. Acción Nacional está podrido hasta la médula. Uno diría que, en comparación con el PAN, el Verde es una tropa de niños exploradores.
Teresa García de Madero dio una valiente batalla que de antemano estaba condenada a perder. Pero, naturalmente, hizo bien en ofrecer la pelea. Me parece correcta su decisión de renunciar al partido. El PAN del Tercer Milenio sólo puede ofrecer a sus epígonos las sobras de la orgía de los hampones de cuello blanco agrupados en la nueva cúpula.
Fieles a su formación, los diputados locales de Acción Nacional ofrecen a los Medina la aprobación de los dictámenes de las cuentas del gobierno a condición de recibir apoyo para penalizar el aborto. Estos “representantes” viven en el México anterior a la Constitución de 1857. Pueden repetir, con Juan el Bautista: “Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que yo os mando”.
hugo1857@outlook.com
