Informes de alcaldes en Hidalgo
Pablo Vargas González
Pachuca.- En un mar de anomalías y protestas ciudadanas pero sobre todo con discursos alejados de la sociedad y carentes de autocrítica se realizó el cuarto informe de gobierno municipal de los 84 alcaldes del Estado de Hidalgo.
El conjunto de notas sobre este acontecimiento da píe a pensar en el tiempo que todavía falta para culminar su gestión e inmediatamente me lleva a pensar en las alcaldadas.
Las alcaldadas, es una palabra, neologismo, creada o reconstruida por el periodista hidalguense Miguel Ángel Granados Chapa, que en la jerga política mexicana, son acciones desaprensivas, faltas de criterio, torpes y erróneas emprendidas por los titulares de los ayuntamientos, o sea por los alcaldes, nada más y nada menos que los responsables del gobierno municipal.
Y alcaldadas en México, y también en Hidalgo tenemos muchas, se podría hacer una larga y compendiosa enciclopedia de acciones carentes de criterio y de falta de razón de los alcaldes, por decirlo de ese modo suave y racional. Durante el periodo anual que acaban de concluir los presidentes municipales se difundieron acciones de torpeza y aberraciones que afectan a los gobernados e incluso aderezadas de obscuras ambiciones e intereses personales entre algunos de esos alcaldes.
Acciones de nepotismo, prepotencia, abusos y abulia y desinterés por atender las demandas de la ciudadanía fueron una constante en el ejercicio de los alcaldes en este periodo que termino apenas hace unos días. Pero aún faltan siete meses y en cientos de comunidades y barrios de varios municipios ya están cansados y hartos del mal gobierno y las protestas y manifestaciones no se han hecho esperar, se cuentan por decenas.
Haría falta todo un cuaderno o libro, que llenarían cientos de hojas para narrar los estilos y las prácticas gubernamentales en el nivel municipal, particularmente en este periodo especial cuyo encargo durará 4 años, 7 meses y 18 días debido a la necesidad de “empatar el calendario electoral” en donde se dio un “regalo legislativo” a los alcaldes electos en 2011.
En el largo año que informan los alcaldes sucedieron diversos acontecimientos donde destaca el desafuero por primera vez del presidente municipal de Tepehuacán de Guerrero por golpear a su esposa. Pero esa fue solo la punta del iceberg, en decenas de municipios la gran oportunidad de tener un periodo ampliado de gobierno no significó gran cosa para los alcaldes y se durmieron en sus laureles, de tal forma que al llegar al informe se les “hizo bolas el engrudo” y sencillamente no tenían gran cosa que informar.
Algunos alcaldes quisieron abusar de la confianza de las asambleas municipales y de los ciudadanos a quienes deben su encargo. Por ejemplo en Francisco I. Madero cambió por sus pistolas la modalidad del informe, solo lo envío por escrito y no convocó a reunión de cabildo, posiblemente pensó “si el presidente de la república lo hace, porque yo no”. El alcalde de Acaxochitlán simplemente no se presentó a dar el informe y corrió el rumor de que se encontraba enfermo y hospitalizado. El alcalde de Mixquiahuala también entregó por escrito a unos regidores; y además dio vales de despensa como aumento salarial a los trabajadores. El edil de Yahualica propone trabajar cada 15 días para ahorrar dinero (sic). En fin, lista interminable.
En algunas comunidades se organizaron previamente para demandar cuentas y exigir el cumplimiento de las promesas de campaña. En el recuento de notas periodísticas en decenas de municipios organizaron protestas en torno al informe de gobierno, algunos como en Chilcuautla desde antes bloquearon la carretera para que se cumpliera la terminación de una avenida. En Pachuca fue imposible impedir las protestas por el Tuzobus y el centro histórico.
A unos meses de que termine la gestión municipal de los 84 alcaldes de Hidalgo se ve difícil la conclusión ya que la mayoría ha gobernado al estilo de siempre, alejados y por encima de los ciudadanos, envueltos en la opacidad y en la intransparencia. De antemano, en la mayoría de municipios ya empezó la disputa por el municipio, se busca hacer propuestas más populares y comprometidas con los problemas del municipio. Esa es la tarea ciudadana.
