DISPARATES
Deglutir batracios
Armando Hugo Ortiz

 

Monterrey.- ¡Aleluya, el Papa Francisco planea venir en 2016! En nuestro artículo del 23 de abril pasado, se especuló sobre los motivos del Papa para cancelar su paso por México, en la gira de este año; escribí puras mafufadas.

El calumnista, Raymundo Riva Palacio, publicó hace dos semanas, la versión oficial de la secretaría de gobernación: el Viejito quería oficiar misa en la Normal de Ayotzipanan, en memoria de los 43 normalistas desaparecidos.

Nones, aquí tejones, le respondieron. Era un descomunal sapo brasileño, que no cabía por la boquita de Peña Nieto. De todas formas el Nuncio Apostólico estuvo en Ayotzinapan; un sapito que nuestro H. Mandatario pudo deglutir. Así quedó.

Ahora el Papa, fiel a su estilo, pretende alborotar el avispero de nuevo, por intermedio de su portavoz.

De entrada el simple aviso: “Es un proyecto que apenas se está perfilando”, lo hizo de forma unilateral; en el protocolo diplomático suele hacerse de manera conjunta. No queda claro si se está auto invitando, o qué onda. Habrá que esperar la postura de nuestra ínclita secretaria de Relaciones Exteriores, Claudia Ruiz Masseiu.

Suponiendo que se deje venir, aparte de visitar la Insigne y Nacional Basílica de Santa María de Guadalupe, para venerar a la Patrona de México, ¿cuál sería la agenda del Vicario de Cristo en nuestro país?

Ni modo que lo lleven a una macro misa al Estadio Azteca, o a conocer la Casa Blanca de la Señora Alondra.

Dentro o fuera de programa, querrá ir a Ayotzinapan, Tlataya, Tanahuato, u otro sitio donde las heroicas Fuerzas Armadas se hayan cubierto de sangre inocente, para esas fechas.

Si viene el Sumo Pontífice, Peña Nieto ingerirá muchos sapos por su delicada boca, o por alguno de los otros seis conductos que le comunican con el exterior.

a_hugo16@hotmail.com