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2018 20 Enero 2016

 

 

Pedagogía empresarial entre nosotros
Ismael Vidales Delgado

 

Monterrey.- Tradicionalmente el concepto de educación estuvo asociado a la formación moral de los escolares mediante estrategias de ejemplaridad de los adultos y conceptos científicos sustentados en la ética y la búsqueda del bien común.

En las décadas recientes irrumpieron en la educación  diversas exigencias, orientaciones y sustentaciones teóricas provenientes de las empresas, que en conjunto han dado lugar a un nuevo término en el léxico de la educación: pedagogía empresarial que es portadora de nuevos "valores" que responden más a los intereses de las empresas que a los requerimientos del ser humano.

La pedagogía empresarial, señala Sacristán (1982), pretende descubrir las fases científicas y las implicaciones ideológicas de una forma de entender la enseñanza y la técnica de la programación; analiza un modelo de educación y el papel de técnico que éste adjudica al profesor, mecánico que no crítico, en las tareas pedagógicas.

La pedagogía empresarial ofrece con especial énfasis a los profesores una visión utilitaria y eficientista de la didáctica, equiparando el modelo empresarial de una factoría industrial con la escuela. El peligro de adoptar las metáforas industriales del mundo de la gestión empresarial es que se impone a la educación soluciones técnicas a los dilemas morales.

La pedagogía empresarial se orienta a desarrollar la persona con referencia a las competencias (conocimientos, habilidades y actitudes) fijadas por la empresa para el desempeño de un puesto de trabajo con máxima efectividad,  y con ahorro evidente de tiempo y recursos, lo cual es inaceptable en el mundo educativo de las escuelas cuya "materia prima" son personas altamente singulares y recipiendarias de todos los beneficios que conlleva el haber nacido bajo el signo del género humano.
        
En el sistema empresarial, el tiempo es dinero, ya sea que se destine al trabajo o a la capacitación del trabajador, nada se deja al azar porque el tiempo es fundamental en los costos de toda operación, de ahí que cobre especial importancia el training o entrenamiento mediante el cual se enseñan destrezas y conocimientos para que el trabajador realice mejor su tarea, con el mínimo costo y en el menor tiempo posible.
        
Entre los objetivos de la enseñanza de la pedagogía empresarial que se han ido adoptando por los niveles educativos de Media Superior y Superior, figuran los siguientes:

         • La promoción del desarrollo de las competencias personales relacionadas con el espíritu empresarial, tales como la competitividad, y la responsabilidad calculada en costos para la empresa.
         • La orientación de los estudiantes para que emprendan el trabajo por cuenta propia como opción profesional, utilizando términos como: emprendedurismo, microempresario, incubadoras, excelencia, perfección, etc.; el mensaje es disminuir las aspiraciones de ser empleado con prestaciones de ley y derecho a sindicalizarse, y estimular la nueva condición de socio o microempresario, así se trate de la venta de periódicos en las esquinas o de "asociado" de departamento en       las grandes transnacionales o holdings .  
         • La aportación de las cualificaciones empresariales necesarias para poner en marcha una nueva micro-empresa.

En cuanto al desarrollo de las cualidades personales de los individuos relacionadas con el espíritu empresarial, se mencionan los siguientes objetivos de la educación, especialmente en los niveles de primaria y secundaria:

         • Se deberá fomentar cada vez más la capacidad de los escolares para resolver problemas. Esto supone mejorar su capacidad de planificación, toma de decisiones y comunicación, así como su voluntad de asumir responsabilidades, es decir, los        aspectos típicos de las competencias de gestión.
         • Los estudiantes deberían ser cada vez más capaces de cooperar,          trabajar en red, aprender a asumir nuevos papeles, etc., es decir, se deben fomentar los aspectos típicos de las competencias sociales.
         • A lo largo de su educación, los estudiantes deberán desarrollar la confianza en sí mismos y la motivación por actuar, aprender a pensar de un modo crítico e independiente y, en particular, adquirir la voluntad y la capacidad de aprender de forma autónoma, es decir, se deberán fomentar los aspectos típicamente personales de la competencia.
         • Los estudiantes deben adquirir una actitud proactiva y sólida iniciativa        personal, así como estar preparados para enfrentarse a riesgos al ejecutar sus ideas, es decir, se deben fomentar las cualidades típicamente empresariales.

Estas ideas han sido trasladadas de la empresa a la educación, y se caracterizan porque no requieren de la disciplina del largo y severo aprendizaje que incluye la formación cultural -del ser- y la profesional -del hacer- propios del arte u oficio de enseñar cualquier disciplina; en la pedagogía empresarial lo único que se requiere aprender es la disciplina de la fábrica, la que dicta la organización racional del trabajo, auxiliada por el cronómetro. El maestro de escuela, en esta concepción, no requiere de grandes conocimientos filosóficos, psicológicos, culturales y humanísticos, sólo necesita unas cuantas competencias específicas, saber ejecutar un número pequeño de operaciones y repetirlas durante la jornada, sin perder tiempo.

En esta óptica, la empresa es nombrada ya como "sistema de aprendizaje", hoy se dice de manera metafórica que las organizaciones "aprenden" y que se convierten en "organizaciones inteligentes". La pedagogía empresarial incorpora nuevos términos al discurso educacional, como: calidad total, competitividad, empleabilidad, emprendedurismo, competencias, excelencia, entre otros. Al respecto, Latapí (1996: pp, 125-126) advierte:

Se ha puesto de moda la "excelencia" como ideal educativo;... "Excelere" en latín significa destacar, sobresalir. Usar el término en el ámbito educativo podría ser legítimo si significara mejoramiento, pero es atroz si significa perfección. Educar siempre ha implicado crecimiento, desarrollo de capacidades, maduración; el proceso corresponde al impulso innato de llegar a ser algo más. Una buena educación será, en lo esencial, la que deje una huella de razonable autoexigencia.
      Pero hoy se predica una excelencia perversa: se transfiere a la educación, con asombrosa superficialidad, un concepto empresarial de "calidad total", el cual puede ser una técnica exitosa para producir más tornillos por hora y venderlos a quien los necesite ( y a quien no también), pero no es ni puede ser una filosofía el desarrollo humano.

Referencias
Andere, E. (2013). La escuela rota. Sistema y política en contra del aprendizaje   en México. México: Siglo XXI.
Latapí, P. (1999). La moral regresa a la escuela. México: UNAM.
Sacristán, J. G. (1982). La pedagogía por objetivos: obsesión por la eficiencia. Madrid: Morata.

 

 

El término "competencias"  se empezó a usar en los Estados Unidos hacia 1992 cuando la Secretaría del Trabajo de ese país conformó una comisión de expertos que elaboró el documento titulado "Lo que el trabajo requiere de las escuelas".

Los holding son una forma de integración empresarial, con todos los beneficios que ésta representa. Surgen también cuando un grupo de capitalistas va adquiriendo propiedades y firmas diversas, buscando simplemente la rentabilidad de cada una y no la integración de sus actividades. Las leyes antimonopolio pretenden restringir esta práctica, pero no se perciben avances importantes. Existen holdings que se crean a través de los bancos y otras entidades financieras, otros tienen su origen en el patrimonio de una familia.

 

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