Suscribete

 
2086 25 Abril 2016

 

 

Open House Monterrey
Roberto Guillén

 

Monterrey.- Les cuento que mi camarada Carlitos me invitó al Open House Monterrey este fin de semana, en el portentoso Pabellón M, donde los aires de una gigantomaquia nos invitan a ya no confundir lo grandioso con lo grandote.

Yo pensé que se trataba de un evento meramente mercantil, cuando me llevé la grata sorpresa al escuchar a un grupo de notables ciudadanos protagonizando un panel sobre la movilidad en la City. Por ahí estaba el dirigente del Pueblo Bicicletero, David Pulido, un entusiasta promotor de la bicicleta como medio de transporte en la ruda ciudad de su majestad el automóvil. Me gustó esa frase bien perrona de David cuando dijo que en Monterrey las calles deberían ser para las personas y no para los automóviles.

Por ahí también estaba el señor Jorge Arrambide, ahora responsable del Metro. Este señor  me parece un funcionario modelo, no sólo porque al paso de los años se ha mantenido libre de escándalos y todos esos negros antecedentes que arrastran los figurines de los partidos políticos, es decir, no está quemado. Pero aparte, el señor Arrambide tiene un estilacho para disertar frente al público y expresar cositas como es necesaria participación de la sociedad para que el gobierno funcione mejor, no hay que dejar solo al gobierno. Es decir, estamos hablando de un funcionario que no se reduce a ganarse una lana con llenar sus horas de oficina y ya, pa la casa. Sino que se trepa a la tribuna libre de la participación ciudadana, convirtiéndose en un vigoroso actor de la metrópoli.

Por ahí también estaba otro joven bien entusiasta que se encarga de hacer funcionar el negocio de Uber, quien trataba de seducir a los jóvenes para que ya no atasquen las arterias de la City, que mejor contraten un taxi con sus amiguitos desde la comodidad de un teléfono celular. Había otro señor, ya entrado en años y armado con la experiencia de un urbanista internacional, les decía a los chavales que deberían hacerle como en París, donde la gente tiene cercas de su casa el trabajo y la escuela, y que de esa manera se evitan el uso del automóvil, es decir, que se pueden ir caminando o en bicicleta. Memorable y sesuda  la participación de ese señor, que también se lanzó contra los novedosos diputados que andan legislando para  bajar los precios de los estacionamientos, cuando en opinión de este experto en movilidad urbana, así de costosos deberían ser para desincentivar el uso del automóvil.

La que me llamó mucho la atención y hasta le pasé mi tarjeta de presentación fue la señorita Celina Fernández, quien tiene un proyecto denominado Esperanza del Barrio, que consiste en ir a visitar a los depauperados para darles un aliviane en su misma comunidad, tal como lo están haciendo en la Campana Colombia. Espero que la señorita Celina se comunique conmigo para ir al campo de acción y escribirles un buen articulazo.

Algo que también me llamó mucho la atención de la juventud ahí reunida, claro aparte de la rutilante belleza que nos serpenteaba, fue el aire de una generación que ya se hartó de estar con la mano extendida, tal como un día nos trazó el arte de Siqueiros, en aquel mural donde aparece un mexicano con la mano en señal de  una limosnita por el amor de dios.

Con un dulce gesto de fruición observo que la generación emergente ya se
hartó de las mentiras y de las migajas de la retardataria partidocracia. En sus rostros alcancé a leer la búsqueda de un liderazgo que los invite a trascender y resolver el Destino de una Ciudad que está llamada a construir su Grandeza… esa palabra que tantas veces le escuché a Fernando Elizondo en su pasada campaña…

orovernissage@gmail.com


Su nombre :
Su correo electrónico :
Sus comentarios :

 

 

15diario.com