863 15 Agosto 2011 |
|
HORIZONTE CIUDADANO Saltillo.- El siglo 21 ha significado para la educación superior adentrarse en un conjunto de transformaciones en las que la calidad, la cobertura y la oferta se consolidan y se afirman como valores compartidos por amplios sectores de la sociedad, de progresar, estos cambios tendrán efectos observables y duraderos en el contexto económico y social de este país, es lo mínimo que la sociedad espera. Lo anterior lo señaló recientemente Rodolfo Tuirán, Subsecretario de Educación Superior de la SEP. Según las autoridades la cobertura se ha incrementado de 20006 que era de 2.5 millones, en el ciclo 2010-2011 se estima que está en 3 millones, esas cifras comprenden la matricula escolarizada y la no presencial. Según el Subsecretario Tuirán, casi el 70 por ciento del aumento reciente de la matrícula se originó en las instituciones públicas de educación superior, no obstante, si comparamos este incremento con el número de población en edad de asistir a las universidades, los números resultan muy bajos en comparación con la situación de otros países. El estudio de la SEP también señala que el acceso de los jóvenes de escasos recursos, en situación de pobreza, se ha incrementado, sin embargo, señala el funcionario que México está lejos de contar con igualdad de oportunidades de acceso a la educación superior, por lo que resulta claro que es mucho lo que hay que hacer para que los jóvenes ejerzan su derecho a la educación superior, lo cual es una realidad palmaria en el contexto local. A nivel federal la SEP ha instrumentado desde 2001 un programa de becas que para 2010 beneficiaban a 387 mil estudiantes, este programa ha contribuido a revertir la incapacidad del sistema a retener a los jóvenes de escasos recursos. En el rubro de cobertura de la educación superior, Coahuila está en el noveno lugar a nivel nacional, según los informes de la SEP, lo cual indica la necesidad de redoblar esfuerzos en la aplicación de políticas públicas de justicia distributiva a fin de superar el rezago, ya que la entidad está lejos del Distrito Federal y Nuevo León que ocupan los primeros lugares. El hecho de que en la UA de C más de 2 mil jóvenes que presentaron el examen de oposición y que obtuvieron el porcentaje que les dio derecho a ingresar a las escuelas de la Universidad, no se hayan inscrito porque no cubrieron la cuota económica y los requisitos correspondientes, resulta muy preocupante. Es obvio que son jóvenes que aspiran a realizar una carrera, pero, según la información de Vanguardia se infiere que no cuentan con los recursos económicos para conseguir sus objetivos. Pero además, asusta la cifra de 11 mil jóvenes que presentaron examen y fueron rechazados, es una cantidad muy alta que indica que la universidad pública no está a la altura de los derechos que la ley confiere a los jóvenes coahuilenses, ¿Qué hará el gobierno federal y el estatal para subsanar esta falla geológica que excluye a más del 50 por ciento de los que aspiran al ingreso a una carrera? Como dijo recientemente Javier Sicilia ante los diputados del Poder Legislativo federal: “Es inaceptable que el Estado no garantice el derecho a la educación y que miles de jóvenes vean sus sueños frustrados porque no hay recursos...” Según las cifras del primer Informe de la Rectoría 2010-2013, el incremento de la matrícula entre 2009-2010 y 2010- 2011 fue de 2.4 por ciento, el aumento más significativo se presentó en licenciatura donde la matrícula se incrementó en 776 nuevos alumnos, en cambio en posgrado se observa un decremento (P.19), el crecimiento es ínfimo ¿A qué se debe? Hay que reconocer que el sistema de educación superior presenta un perfil heterogéneo y complejo, esta es una característica más positiva que negativa del modelo que obliga a contar con sistemas de planeación, regulación y gestión capaces de responder a las demandas de crecimiento y desarrollo. Muchas veces, cuando he escrito sobre la problemática de la UA de C, algunos universitarios me han criticado acremente porque según ellos, siendo parte de la institución no tengo derecho a opinar y menos a criticar sobre la situación que en ella prevalece; ojalá que esas personas tengan en cuenta que la Universidad es una institución pública, que se sostiene con nuestros impuestos y en ese sentido, como periodista, estoy ejerciendo un derecho irrenunciable, el que me otorga el artículo 19 de los derechos humanos universales referente a la libertad de expresión. Las inercias que frenan los cambios en la Universidad autónoma de Coahuila son muy fuertes, algunas vienen el propio gobierno del estado que ha secuestrado la autonomía de la institución y parece un sueño irrealizable que la recobre.
¿Desea dar su opinión?
|
|