AMLO entre las nubes
Graciela Salazar
onterrey.- Regresando apenas de la región mixteca de Oaxaca, conocida hoy en distintos rincones del mundo por sus mujeres poetas; relato esta esperanzadora anécdota, justo porque al generarse ya no nos pertenece del todo sino a los demás. Proviene del espíritu de 50 mujeres, venidas este año, al XIX Encuentro Internacional: Mujeres Poetas en el País de las Nubes, de catorce países.
Casi una semana atrás, camino hacia las escuelas y comunidades indígenas de la mixteca oaxaqueña, donde nos esperaban; el intercambio de inquietudes y comentarios acerca de nuestros países de origen sintetiza, como tarjeta de presentación: gobiernos, cultura, educación, comidas típicas, sueños, preferencias y expectativas profesionales. Ante todo, se hacen patentes conciencia y compromiso de la propia calidad humana.
Las extranjeras se conduelen y solidarizan, por la condición de violencia que se vive en México; recuerdan, algunas de ellas, situaciones similares, las colombianas y las chilenas que viven ahora una verdadera preocupación, manifiesta en descontento de la población estudiantil y de los más desprotegidos, por el trato desigual. Un mosaico sociocultural y poético en unas cuantas conversaciones.
En la fracción del frente mexicano acordábamos tareas conjuntas, mientras se tenían resultados de las encuestas sobre López Obrador y Ebrard; la primera acción: dirigir correspondencia a ambos exigiéndoles, sin importar quién de los dos contendiera en las elecciones del 2012 en representación de la izquierda, decidieran por uno u otro en pacto de caballeros. Angustiaba pensar que estuviera el ego por encima de la nación.
Y es que hablamos de cómo el poder corrompe. Días después, durante el recorrido que hacíamos en pueblos indígenas, entre niños morenos de ojos rasgados honrando nuestros símbolos patrios, una de las poetas con voz estremecida comentó que verlos cumplir con tanto amor y responsabilidad su deber del día la hacía creer nuevamente en mejores posibilidades para este país; habló sin proponérselo por las otras poetas que estábamos allí, con voz entrecortada. Seguro pasó por la mente, de más de una, la imagen del Juárez niño, estábamos en su tierra.
Ante adultos y niños artesanos, campesinos, familias enteras amantes de la poesía, olvidamos un poco las noticias del número de muertos, la miseria y mezquindad de quienes ascienden al poder sólo para enriquecerse vendiendo lo que queda de país.
Las montañas, los colores, el aroma de la tierra fresca jaló lágrimas una y otra vez, mientras vimos atentos y agradecidos oyentes, haciendo y diciendo poesía también.
El martes 15 alrededor de mediodía, por la carretera Puebla-México, rumbo a la clausura del encuentro, recibimos noticia vía celulares del resultado de las encuestas encabezadas por AMLO, una verdadera sorpresa; minutos después, las declaraciones de Ebrard, avalándolo. En el autobús se armó el barullo que nos quitó el cansancio de una semana de recorrido coordinando talleres y leyendo poesía; una de las comisionadas para armar el texto que enviaríamos gritó desde atrás del camión que ya no sería necesario.
Urras y porras al Peje se repitieron al unísono varias veces, se hizo la fiesta; las poetas de los otros países junto a las mexicanas de Campeche, Baja California, Chihuahua, Distrito Federal, Durango, Estado de México, Guerrero y Nuevo León corearon hasta el cansancio “es un honor, estar con Obrador”. Hemos querido juntas creer que sí pueden esperarse dignas y mejores condiciones de vida para los mexicanos de a pie.
