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1114 1 Agosto 2012

 

Quesque se va Medina
Hugo L. del Río

Monterrey.- Circuló ayer en tono alto la versión de que Rodrigo Medina se va. No sé a dónde, pero según esto, se va.

Incluso un amigo me juró con la mano en la Biblia que Cristina Díaz será la gobernadora no sé si interina o sustituta, y que su lugar en el Senado lo ocupará doña María de Jesús Aguirre.

Desde hace mucho rato se rumorea que Medina no terminará su mandato, así que lo más probable es que esta versión sea parte de un catálogo de buenos deseos.

Sería interesante tener a una mujer como jefa del Ejecutivo. Díaz coincidiría con Margarita Arellanes, de suerte que el sector femenil mandaría tanto en el Municipio como en el estado.

Bueno, es un decir. Mi camarada puntualiza que Díaz sólo sería la número uno en forma y nomenclatura.

“La van a rodear políticos profesionales quienes le dirán lo que hay que hacer para que el PRI consolide su dominio sobre Nuevo León y Monterrey”, me afirma.

Será… o no será. Lo que es cierto es que los bonos de Medina están a la baja: el PRI perdió en el estado la elección del uno de julio. Y en el partido jurásico eso es una falla que difícilmente se perdona.

De la gestión (por llamarla de alguna forma) de RM se pueden decir muchas cosas: creo que todas malas y ninguna buena.

A dos años del Alex todavía no se reparan los daños. Los últimos escándalos de corrupción –Luis Eugenio Todd, el contralor Jorge Manjarrez, tan apegado a su familia; las gracias que desveló El Norte en Fundidora, el ICV, el Metro, Comunicación Social y muchas otras dependencias– no ayudan al gobernador a proyectar una buena imagen, pese a la millonada que se gasta a diario en la tele.

Tenemos el desastre del sur de la entidad, el naufragio de la educación y, sobre todo, aunque lo puse al último, el monstruo bicéfalo de la violencia y la impunidad.

Claro que al PRI lo único que le interesa es el fracaso en los comicios. Pero a los nuevoleoneses no nos quitaría el sueño ni nos haría perder el apetito la defenestración de Medina.

No creo que Peña Nieto le ofrezca ningún puesto. Tal vez me equivoque, pero hasta donde tengo memoria, pienso que el joven Rodrigo ha sido el peor mandatario, por lo menos en la historia moderna de mi entidad.

En su columna de ayer en Excélsior, Pepe Cárdenas cabecea con una quemante pregunta: “¿Quién manda en Nuevo León?” Y se contesta a sí mismo: “En Nuevo León manda el crimen… También el papá de Rodrigo Medina… Y al que no le guste, que se aguante”.

Creo que Pepe no exagera.

 

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