Llamado al voto tamaulipeco
Miguel Treviño Rábago
Reynosa.- Éste año en Tamaulipas se elegirán 43 alcaldes y 22 diputados locales. Será un año político electoral intenso porque el PRI y el PAN están buscando postular candidatos que garanticen triunfos contundentes en los principales municipios del estado.
La lucha feroz se dará en las grandes ciudades: Nuevo Laredo, Reynosa, Río Bravo, Matamoros, Cd. Victoria, Mante, Tampico y Madero. Otro tanto sucederá en los distritos electorales para elegir el próximo Congreso del Estado.
Enrique Peña Nieto perdió en Tamaulipas la elección presidencial frente a Josefina Vázquez Mota del PAN el 1° de julio del año pasado. El PRI además perdió 6 de 8 diputaciones federales y las senadurías. Esto es más que suficiente para que en el tricolor institucional ya estuvieran prendidos todos los focos rojos. Los electores votaron por el PAN y hay que entender sus razones para darle la espalda al partido de Peña Nieto. Tres razones podemos advertir: la violencia diaria y constante, la nula obra pública y los grupos de poder empeñados en imponer a sus parientes y recomendados.
Una y otra vez hemos advertido que los tamaulipecos ya saben votar por diferentes partidos políticos, cuando se lo proponen. Varios municipios han elegido alcaldes priístas, panistas, perredistas y hace años hasta parmistas. Lo mismo ha ocurrido en las diputaciones. La historia política de Tamaulipas la conocemos los mayores de 30 años. No vamos aquí a juzgar qué tan buena o mala ha sido su actuación en la función pública, pero lo cierto es que ningún partido, dirigente o gobernante puede garantizar que "controla" a los votantes. Esa es una consideración absurda y ofensiva.
Los ciudadanos tamaulipecos sabemos quién es quién en cada municipio. Cuando los medios dan a conocer los nombres de los aspirantes, el pueblo les coloca un adjetivo positivo o negativo. Sin pelos en la lengua, los habitantes ya saben de las virtudes o defectos de los contendientes. Por eso a veces no entendemos por qué los partidos se empeñan en postular a los peores elementos entre sus filas. La voz popular se imagina las razones, que van desde compromisos inconfesables, padrinos políticos, parentescos inocultables, venta de candidaturas, negociaciones electorales, pago de favores, imposiciones caciquiles y hasta encuestas y sondeos amañados.
Como los partidos políticos han perdido el rumbo en sus principios, doctrinas y plataformas electorales, es decir, que han tirado a la basura su presunta ideología, los ciudadanos simple y sencillamente analizan a los candidatos o candidatas. Es natural que cada quién en su municipio conozca a los que pretenden ser alcaldes o diputados y en ese mismo instante sabe a quién darle o negarle su voto. Es inútil pues que los dirigentes de los partidos intenten engañar a los electores presentando a reconocidos pillos como si fueran blancas palomitas. Es natural que el voto de castigo se refleje en las urnas. Los tiempos de las imposiciones ya quedaron atrás porque ya hay un electorado más participativo y despierto.
Por eso podemos afirmar con toda certeza, que si el PRI, PAN, PRD o cualquier otro partido de los 7 existentes hasta hoy con registro, se empeñan en utilizar el conocido "dedazo" abierto, disfrazado o barnizado de "democrático" van a recibir una paliza electoral el próximo 7 de julio de este 2013. Es válida la frase que reza "no se puede tapar el sol con un dedo" y los tiempos de lo que se llamaba despectivamente "la borregada" ya forman parte solamente del anecdotario político. Es cierto que el nuevo estilo de pagar por votos puede funcionar, pero se necesitarán miles de millones de pesos para asegurar triunfos electorales al menos en los municipios y distritos más importantes del estado.
En la mayoría de los municipios y distritos de Tamaulipas ya hay montones de nombres de personas que sueñan con "sacrificarse" del 2014 al 2016. Y es que –al menos en el caso de los alcaldes de las grandes ciudades– no hay ex presidente que no sea multimillonario. Los hay que llegaron con una mano adelante y otra atrás y hoy viven a todo lujo con residencias y ranchos en territorio nacional y también en el extranjero. Es decir, resolvieron sus penurias económicas pero dejaron en la quiebra y el abandono a sus municipios. De los electores, ni se acuerdan, pero los electores si de acuerdan muy bien de ellos.
Por eso es necesario hacer un llamado a los votantes de Tamaulipas: que analicen cada candidato y candidata antes de darle el voto el 7 de julio próximo. Que investiguen quiénes son y a qué se dedican. Que se informen de su preparación y de sus méritos para ser alcaldes o diputados. Que pregunten sobre sus familias y sus antecedentes en el servicio público. Que no se dejen engañar con promesas que son imposibles de cumplir. Que no vendan su voto por una tarjeta o unos billetes que se esfuman en unos días. Que no permitan que los presionen para votar por determinado partido. Que salgan a votar por los mejores, porque si votan por los mismos de siempre, sus municipios y distritos seguirán siendo saqueados y abandonados.
Pero sobre todo, que salgan a votar por hombres y mujeres que provienen del pueblo, que se han forjado en la lucha social, que amen a sus municipios, para transformarlos y hacerlos progresar. Que sean personas sencillas y de convicciones firmes para defender a sus representados de todos aquellos que han envilecido la política para dedicarse alegremente a las vergonzantes prácticas de la corrupción y la deshonestidad.
Sobre aviso, no hay engaño.
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