MALDITOS HIPSTERS
Un parque sin árboles
Luis Valdez

Monterrey.- Cuando uno caminaba por el parque Fundidora en sus inicios, rumbo a la Cineteca, sólo había oscuridad y polvo por todos lados. Al menos quedaba la emoción de que todo iba a mejorar y habría árboles. Y ahora resulta que los árboles les vienen valiendo madres.

Entonces, ¿cuál es el fin de un parque?, ¿llenar todo de museos y cines donde cobran al entrada?, ¿tiendas para turistas?, ¿un Fórum de la Culturas que de popular no tenía nada?, ¿festejos de fin de año donde ponen un mercadito de puestos de comida?

Hace cinco años contacté a la encargada de eventos en el Parque Fundidora, y ella me comentó que todo evento lo cobran con carácter privado. Los costos por una nave industrial eran mínimo de 35 mil pesos porque (cito): “ustedes no tienen idea de lo caro que sale mantener este parque, porque es con fondos propios y no del gobierno”.

Permítanme reírme ante tal cinismo. Fondos propios administrados por una familia que son los cabecillas de la organización; fondos propios para justificar que el Parque Fundidora ha servido más para organizar bodas fresas con un ambiente de ciencia ficción a lo Mad Max; fondos propios que nos cuestan un estacionamiento carísimo y la entrada con costo a cualquier museo y cine que ponen ahí (excepto Pinacoteca, de Conarte y el cine al aire libre que proyectan de cuándo en cuándo, afuera de la Cineteca, y que es lo menos).

Si el estacionamiento no es barato y la mentada Cineteca no tiene precios especiales de taquilla ni para matinés, ni miércoles ni primeras funciones, ¿por qué seguir de tercos con que Conarte tenga estos espacios ahí?

¿Sabían que el Parque Fundidora cobra renta a Conarte por tener ahí la Pinacoteca y la Cineteca? Y no es una renta barata, porque (vuelvo a citar): “ustedes no tienen idea de lo caro que sale mantener este parque, porque es con fondos propios y no del gobierno”.

Desde este punto de vista, a los administradores del Parque Fundidora lo que más les interesará es la lana. Todo lo demás, vale madres. Por ejemplo, los árboles. Porque si los cortas, esto significará una inversión para un futuro museo de béisbol. O sea, que se cobrará la entrada y habrá dinero.

Bisnes, bisnes. That is the question.