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1247 5 Febrero 2013

 

EN LAS NUBES
La distracción
Carlos Ravelo Galindo

Ciudad de México.- Tienen razón quienes esgrimen que la detonación en Pemex es un acto de distracción. Quieren los señores políticos crear una nube en torno a lo que acontece en el país, desde hace un poco más de dos meses, luego de que don Enrique Peña Nieto enarbolara la bandera de auxilio a esta sufrida nación mexicana.

No podemos aseverar que fue negligencia, corrupción o sabotaje, pero sí que revela la podredumbre en el ambiente no sólo del petróleo, sino en el político, en donde los partidos, firmantes del Pacto por México, se turnan para lanzar dardos.

No tenemos duda de que la alianza plantea acuerdos en cinco rubros clave: sociedad de derecho y libertad; crecimiento económico, empleo y competitividad; seguridad y justicia; transparencia y rendición de cuentas; y combate a la corrupción, que de concretarse serían una señal positiva de algo cercano a lo que México requiere en su camino para ser una nación más democrática.

Recordemos la frase del divino Dante: “Pierdan todas las esperanzas. Estamos todos en el infierno”. Llevamos doce años de regresión. Los panistas se rompen las vestiduras. Los priistas presumen querer cambiar a este país tan convulsionado por muertes, terror, llanto. Los perredistas, con sus cambios climáticos, se conduelen de sus quebrantos. Pero los tres, aparentemente unidos en los esfuerzos para llevar bienestar a los mexicanos, a todos, no cesan en sus esfuerzos por querer demostrar su hegemonía.

Cada quien enarbola una idea: “qué cosa extraña es el hombre: nacer no pide, vivir no sabe, morir no quiere”. Pero cada uno, los partidos, se ufanan en querer demostrar que: “no es feliz el que hace lo que quiere, sino el que quiere lo que hace”.

No hay duda de que el principal obstáculo de Peña y los priistas es el fantasma del pasado autoritario y del presente donde la corrupción en el seno de gobiernos estatales y municipales priistas permea en la misma ciudadanía que votó por la supuesta eficacia del PRI frente al desgastado esquema panista de gobierno.

Acaba de comenzar el gobierno peñista. Camina. Comienza a sufrir zancadillas. Se conduele. Se frota, pero sigue adelante con advertencias del legislativo, actos de sobre amistad del judicial. Pero se enfrenta a yerros. No sabe combatirlos. Guarda silencio. Ominoso, que el pueblo confunde con temor ante represalias de la oposición, llamase Compañía de Luz, Petróleos Mexicanos, y otras empresas paraestatales o instituciones semioficiales.

Una explosión en Pemex, casi cincuenta muertos, lo somete. Comparte penas con amigo jefe de gobierno. Entiende nuestro presidente, que debe decirse la verdad en lo que aconteció, en la tragedia que enlutó a muchos hogares. Pero se contiene. ¿Quién fue?, ¿quién es responsable?, ¿a quién culpar?

Acabamos de escuchar al jefe de gobierno del DF, sus puntos de vista. Esperemos al Procurador General de la República. Pero, preguntamos. ¿Nos dirán la verdad?, ¿la sabremos, algún día? No hay que olvidar que cada hombre encuentra el camino que antes imaginó en su mente.

carlosravelogalindo@yahoo.com.mx

 

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