EL CRISTALAZO
Gabinetes y gobernadores
Rafael Cardona
Ciudad de México.- En cinco días el presidente de la República insistió dos veces en la importancia del turismo para el desarrollo nacional. Primero en la Riviera Nayarita y después en la Riviera Maya o Cancún, pues para fines reales, lo mismo viene a ser. Y en ambos casos tuvo otra insistencia: el turismo es actividad prioritaria y merece, por eso, un gabinete especial –integrado por miembros de los gabinetes legal y el ampliado–, presidido por él.
Y eso es una buena noticia, pero al mismo tiempo un desafío para el sector y en especial para la secretaria Claudia Ruiz Massieu y el Director General de Fonatur, Héctor Gómez Barraza.
Por lo pronto ya se anuncian para el sector, inversiones en infraestructura por mil cien millones de pesos. El tren transpeninsular. El túnel de transporte carguero de Manzanillo, carreteras, caminos, el aeropuerto de Chetumal, en fin, dinero por aquí, dinero por allá.
Ya sonó la hora del turismo, decían ayer alborozados los prestadores de servicios turísticos convocados en el exitoso XII Foro Turístico de Cancún, cuya perdurabilidad y éxito actual difícilmente se hubiera imaginado en sus mejores sueños su creador, Fernando Martí cuando, paciente y constructivo, inició este afán.
“…he resuelto crear este Gabinete turístico –dijo Enrique Preña Nieto–, que estará presidido por el Presidente de la República, por un servidor, precisamente para darle directriz y alienación a los esfuerzos que todas las dependencias del Gobierno de la República estén llevando a cabo, para que no pierdan el enfoque que deban de seguir para impulsar el desarrollo turístico del país.
“Lo mismo en el tema de comunicaciones, en materia ambiental, como habremos de verlo en una de las directrices, que debemos ser, también definir políticas de carácter sustentable para este sector y de todas las áreas de la Administración.
“Todas en mucho tendrán que ver con el impulso que demos a la actividad turística del país, no sólo la Secretaría de Turismo, no sólo en las entidades que dependen de esta Secretaría, sino el Gobierno entero, alineando varios propósitos que he venido señalando en este inicio de Administración, pero que uno de ellos y que resulta fundamental y de relevancia mayor, es del sector turístico.
“Queremos impulsar innovación y competitividad, porque en el mundo global reconocemos que hay una mayor competencia entre los países, entre los distintos destinos y lugares que merecen ser visitados, y que México tiene que proyectar mayor competitividad”.
Esta insistencia en la coordinación resulta, al parecer, la primera gran definición de aquello llamado por Daniel Cossío Villegas, el estilo personal de gobernar: pactos, alianzas, organizaciones paralelas, convocatorias, sumas.
Un día después, en la Conferencia Nacional de Gobernadores, Peña insistió en este estilo de gobierno participativo y de funcionarios polivalentes; es decir, con funcionarios cuya utilidad rebasa sus responsabilidades nominales.
“Los retos que cada uno de ustedes tiene en sus estados –les dijo a los “conagos”–, no difieren en mucho de los que tiene todo el país. Y por eso, queremos hacer un frente común.
“No se trata de generar competencias entre órdenes de gobierno. Más bien se trata de hacer alianzas estratégicas, de uniformar u homologar criterios y hacer frente común a los grandes desafíos que tiene la Nación.
“Quiero, finalmente, compartirles que en alcance a este interés por tener una mayor cercanía y una presencia casi permanente; una presencia regular en representación de algún miembro del gabinete, del titular del Ejecutivo, es que he definido un mecanismo de coordinación o de presencia, a través de los titulares de distintas dependencias del gobierno de la república, para que sean responsables de asegurarse que las políticas que el gobierno de la república y los acuerdos tomados con ustedes, señores gobernadores, para llevar a cabo en sus estados, realmente se estén llevando a cabo.
“Una forma de mayor acercamiento y de presencia, a través del titular de algunas dependencias del gobierno de la república.
“Que esto de ninguna manera excluye el que el presidente de la república estará siempre atento, dispuesto a escuchar y recoger todos los temas que sean de preocupación de cada uno de ustedes”.
Obviamente esta actitud refleja una manera de entender el poder: cesión de funciones, exclusividad de responsabilidades, trabajo más allá de lo burocráticamente definido”.
¿Será posible gobernar con esta superposición de funciones, con esta multivalencia de secretarios útiles tanto para barrer como para regar?
No es posible saberlo todavía. Quizá estemos ante la definición del propio estilo de Peña: un hombre a quien la compartición de funciones no le causa resquemores ni complejos. Pero eso no lo sabemos todavía. Eso lo evaluaremos dentro de algunos meses.
Por lo pronto el paso está dado.
Verde
El sainete del “Niño Verde” no es sino una consecuencia de los pecados institucionales de mucho tiempo atrás cuando de manera repugnante se cambio la edad para acceder al Senado a cambio de una maniobra de validación electoral.
La carrera del junior es la prolongación de un arreglo, tan repugnante como el anterior, mediante el cual una familia se hizo de un partido político oportunista y sin ningún significado político verdadero. La pantalla del ecologismo en este país nada más ha producido farsantes de tiempo completo.
Junto a esas transgresiones e inmoralidades mayores, agarrar la jarra es apenas un juego de niños. Así sean “Niños verdes”.
