La infancia cuenta
Lupita Rodríguez Martínez

 

Monterrey.- Conocer los indicadores clave del ensayo temático “La Infancia Cuenta en México 2014. Subsistema de Protección Especial de los Derechos de la Infancia en México”, resulta fundamental para tener una visión cualitativa del estado de los derechos de la infancia en cada entidad de la República.

El ensayo fue presentado en Nuevo León, la semana pasada, por la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM), organización cuya misión es promover un movimiento social y cultural para que niñas, niños y adolescentes conozcan, ejerzan y disfruten sus derechos.

La REDIM es encabezada por Juan Martín Pérez García, su Director Ejecutivo. Actualmente opera en 16 Estados de la República y coaliga a 75 organizaciones de la sociedad civil mexicana que desarrollan programas a favor de niñas, niños y adolescentes en situaciones de vulnerabilidad.

Respecto a Nuevo León los indicadores clave son los siguientes:

De una población de 4 millones 553 mil 458 habitantes, la población de 0 a 17 años representa el 32.3 por ciento (un millón 501 mil 825).

En materia de salud, nuestra tasa de mortalidad infantil es de 10.18 por cada mil, siendo por enfermedad respiratoria la tasa más alta, el 6.0 en la población de 0 a 4 años. El porcentaje de población de dicha edad atendida por presentar algún grado de desnutrición es de 8.5% crónica, 2.5% aguda moderada y 3.4% aguda severa. La tasa de maternidad es de 50.0 en niñas de 15 a 17 años y de 1.4 en niñas de 10 a 14 años. El porcentaje de la población sin derechohabiencia es de 19.5%.

En materia de educación, el porcentaje de la población de 12 a 17 años que no estudia ni trabaja es de 9.2%, un total de 44 mil 265, de ellos 5.7% son niños y 12.7% son niñas. El porcentaje de la población de 5 a 17 años que no asiste a la escuela es de 4.1% a nivel preescolar (3 mil 434); 2.0% en primaria (10 mil 210); 5.2% en secundaria (12 mil 500) y, 31.6% en media superior (76 mil 728). El porcentaje de la población de 16 años con secundaria terminada es de 79.0% y el porcentaje de la población de 0 a 17 años sin acceso a computadora en el hogar es de 71.3%.

En materia de ciudadanía, el porcentaje de registro de nacimiento de la población menor de un año es de 91.3%, mientras que el porcentaje de sub-registro de nacimientos acumulados a diez años es de 7.9%.

En materia de economía, el porcentaje de la Población Económicamente Activa y Ocupada  de 12 a 17 años que trabaja sin remuneración es de 23.9% y con jornada laboral de más de 48 horas semanales es de 12.2%. De la población de 0 a 17 años en hogares sin agua dentro de la vivienda por entidad federativa, tenemos el 9% en Nuevo León.

En materia de seguridad, la tasa de mortalidad por homicidio entre la población de 0 a 17 años es de 8.5, siendo el 1.4 en la población de 0 a 4 años y el 46.0 en la población de 15 a 17 años.

En materia legislativa, el índice de medición de calidad de leyes en materia de derechos de infancia por entidad federativa es de 5.4

Hace dos años, la REDIM presentó el informe “La Infancia Cuenta en México 2012”, con base en el Diagnóstico Situacional de la Niñez y Adolescencia del Estado de Nuevo León. Tener identificadas las debilidades y las necesidades de nuestra niñez, así como las fortalezas y las oportunidades de las autoridades federales, estatales, municipales y de las organizaciones de la sociedad civil, es la mejor forma de trabajar por los derechos infantiles.

Para homologar la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, el gobernador y los diputados tendrán que decidir si toman la nueva ruta del respeto a los derechos humanos o continúan por el camino hasta ahora andado. Las acciones que se tomen deben tener en cuenta las particularidades que cada grupo presenta, cuidando siempre el respeto por sus derechos y evitando diseñar políticas asistencialistas y paternalistas que no reconozcan a niñas, niños y adolescentes como sujetos de derechos.

Me gustaría mencionar que ningún candidato a la gubernatura ha retomado integralmente el tema de reducir las inequidades, desigualdades, discriminación y situaciones de desventaja que atraviesa dramáticamente la población infantil más vulnerable en nuestro Estado. Esa insensibilidad seguirá profundizando una sociedad polarizada e injusta.