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1853 3 Junio 2015

 

 

Los libros de mi vida
Eligio Coronado

 

Monterrey.- Todos tenemos uno o más libros favoritos, y algunos todavía poseemos varios de esos libros.

Otros han sucumbido en las inevitables mudanzas o en los préstamos a los “amigos” (que resultaron más amigos de esos libros que de nosotros) y otro más tuvieron un fin desconocido.

Más de una vez repusimos las hojas carcomidas por la humedad (cuando no podíamos reponer el ejemplar) y doliéndonos en exceso si el volumen estaba dedicado, pues era nuestro único contacto con un autor importante.

Los libros de mi vida* reúne las anécdotas de once autores nuevoleoneses respecto a ese tema vital en su formación: Leticia Herrera, Víctor Olguín Loza, Lucía Yépez, Iván Trejo, Virginia Leija, Héctor Alvarado, Armanda Fabián, Eduardo Zambrano, Gerson Gómez, Víctor Barrera Enderle y Hugo Valdés.

El origen de esta compilación es el ciclo homónimo creado por la maestra Coral Aguirre en la Facultad de Filosofía y Letras de la UANL en 2009. Se trata de un excelente ejercicio para que converjan escritores y alumnos de letras en este universo de intereses mutuos.

Curiosamente, dos autores no citan ningún libro favorito: Iván Trejo participa con cuatro poemas (p. 43-45) y Eduardo Zambrano quien dictamina: “No creo que ningún libro sea definitivo. Lo que finalmente nos marca es la búsqueda personal, instintiva y azarosa entre casualidades o recomendaciones” (p. 81).
Sólo tres autores privilegian una obra en particular: Víctor Olguín Loza (Don Quijote de la Mancha de Cervantes, p. 29-34), Héctor Alvarado (Historias de cronopios y de famas de Julio Cortázar, p. 57-69) y Gerson Gómez (El principito de Antoine de Saint-Exupéry, p. 87-89).

Abundan las menciones a los clásicos modernos y casi ninguna por los antiguos: Borges, Cervantes, Chéjov, Cortázar, Fuentes, García Márquez, Hesse, Kafka, Lorca, Neruda, Nietzsche, Pacheco, Paz, Pizarnik, Poe, Rilke, Rulfo, Sade  Wilde y Woolf.

Lo más interesante, sin duda, es la forma en que nuestros autores se acercaron a la lectura: “la palabra libro, vuela literalmente al primer contacto que tuve con –no precisamente un libro – pero sí, con un cuento publicado en un periódico (…). Yo tendría a lo sumo cinco años” (Virginia Leija, p. 49), “¿podrían imaginar (…) un mundo sin televisión y mucho menos sin internet? Pues existió y en ese mundo nací y me inicié en la lectura. Aprendí a descifrar ese cosmos de signos oscuros a muy corta edad” (Lucía Yépez, p. 37), “Leí desde muy temprana edad todo cuanto llegaba a mis manos: los cuentitos comprados en los súper mercados, las columnas del periódico para adultos que mis padres olvidaban en el baño (…); también el Libro Vaquero, Memín Pingűin y las enciclopedias de animales que mi madre compraba a los vendedores ambulantes” (Armanda Fabián, p. 73).

 

* Coral Aguirre, coord. Los libros de mi vida.Anecdotario. Monterrey, N.L.: Edit. UANL.Facultad de Filosofía y Letras, 2014. 124 pp.

 

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