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1921 7 Septiembre 2015

 

 

El Sistema bebe acíbar
Hugo L. del Río

 

Monterrey.- El gobierno de Enrique Peña Nieto nos está ocultando información sobre la matanza o desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.

La versión con la que pretendió engañarnos la PGR durante un año la echó abajo el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes, GIEI, de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA.

Los especialistas concluyen que para incinerar a los cadáveres en el basurero de Cocula hubieran hecho falta 30 toneladas de madera, sesenta toneladas de llantas y muchos otros materiales. El proceso hubiera durado, como mínimo, setenta horas, y la columna de humo hubiera sido visible desde muy lejos. Sí hubo algo de combustión en el tiradero de desechos, pero no fue suficiente ni siquiera para incinerar un solo cuerpo.

Entre el personal del GIEI hay consenso: “está probado” que agentes de la policía federal y los troperos del 27 batallón de Infantería con sede en Iguala fueron testigos tanto de los disparos que hizo la gendarmería local contra los normalistas como del momento en que dichos guardias entregaron los 43 jovencitos a los sicarios de Guerreros Unidos.

No hay, pues, indicios de que los muchachos fueron cremados, por lo que se recomienda “seguir la búsqueda”, toda vez que se les debe considerar como desaparecidos y no como muertos, afirman José Torero –maestro en el ramo en la Universidad de Queensland, Australia, y uno de los investigadores de la tragedia de las Torres Gemelas– y Francisco Cox, ambos del GIEI.

Los técnicos denuncian las “limitaciones científicas y técnicas que tuvieron los estudios hasta ahora… por lo que sus conclusiones son en su mayoría erróneas”. ¿Qué es lo que pretende esconder Peña Nieto? ¿La participación del Ejército en la abominación que estremeció al mundo? Por favor: los tres servicios armados perdieron todo prestigio.

Hasta antes de que Felipe Calderón los comprometiera en la guerra contra el narco, el estamento castrense más o menos tenía la confianza de la sociedad. Ya no. La pregunta que quema es si los muchachos aún están vivos. ¿Son rehenes del cártel de Guerreros Unidos o los mantienen recluidos la policía o el Ejército? Y si así son las cosas, ¿para qué tenerlos prisioneros durante un año? 

Lo que está fuera de toda duda es que Peña Nieto se esfuerza por impedir que salgan a la luz pública algunos detalles vinculados con el infausto evento.

El Presidente va a fracasar. Como siempre. El Sistema está bebiendo acíbar gracias a la torpeza de EPN.  

hugo1857@outlook.com

 

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