Un nuevo modelo de ciudad
Eloy Garza González
Monterrey.- El actual modelo de ciudad está obsoleto. Y las medidas de los gobiernos locales para intentar mejorar las condiciones urbanas y la calidad de vida de sus habitantes solo constatan su irreparable aniquilación.
Las ciudades han tocado su techo de sustentabilidad.
El meollo de esta obsolescencia es el fracaso de la movilidad. El uso de vehículos de motores de combustión interna destruyen la ecología. Y en un medio ambiente insano, la vida humana está condenada a degenerarse más pronto que tarde. La polución del aire de Monterrey, por ejemplo, rebasa desde hace muchos años los índices recomendados por la Organización Mundial de la Salud.
El desplazamiento de los habitantes en un entorno contaminado, propicia las diversas modalidades de cáncer, enfermedades pulmonares y cardiopatías. Un repertorio de males de origen claramente urbano. Escándalos como el de la empresa Volkswagen, que ocultó las emisiones de sus vehículos cuarenta veces más de los límites legales, son apenas unos cuantos ejemplos de los cientos de problemas urbanos de dimensiones semejantes.
Un nuevo modelo de ciudad implica la transición a energías limpias y fuentes renovables como el sol y el viento, o el uso de carros eléctricos entre otros transportes alternos (más baratos en su diseño que el elevado precio que les impone hasta ahora el mercado), desplazamientos multimodales, el llamado “Transport as a Service (TaaS)”, en vez de los vehículos personales, y una nueva planificación de los espacios públicos, los llamados no-lugares, bautizados así por el antropólogo Marc Augé. También pensemos en la posibilidad de laborar desde el hogar, con lo que ahorraremos tránsitos repetitivos de tipo migración pendular o commuting.
Entre estos remedios no está la verificación vehicular, una medida recaudatoria antes que ecológica. Contemplemos la Ley de Swanson, que señala que el precio de los páneles solares bajará cuando la producción mundial duplique sus ventas.
De manera que si el gobierno del Estado o el ayuntamiento de Monterrey quiere cuidar la salud de sus habitantes, es mejor que aplique, entre muchas otras acciones, una política pública de subsidio a familias para la compra de páneles solares. Así daremos los primeros pasos para el diseño de un nuevo modelo de ciudad sustentable.
