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1991 14 Diciembre 2015

 

 

Voces disonantes
Claudio Tapia

 

Monterrey.- El desencuentro del gobernador con sus electores crece día con día, surgen las críticas y se oyen voces disonantes, si bien no puede hablarse de una generalizada desilusión. No, todavía.

Aún conserva el respaldo del grupo de indignados que lo votaron como resultado de una estrategia electoral que sorprende por simple y efectiva. Primero se eligió a los organismos y personas ideales que simbolizan lo detestado. Luego, con intensa ayuda mediática se les convirtió en enemigos públicos, se les satanizó y culpó de todos los males.

Después, el candidato “independiente” (sin partido) les declaró la guerra para erigirse en el prócer justiciero que, después de vencerlos y ganar las elecciones, castigará a los malvados de Nuevo León, y de la República si así se lo piden los que pagan y mandan.

Las voces del desquite y la revancha siguen dominando todavía. Respaldan acríticamente al gobernador “independiente” haga lo que haga, porque lo hace para cumplir con su promesa de castigar a los corruptos que fueron seleccionados.

Algunos de esos electores empiezan a desesperar y difícilmente se conformarán con la promesa de que se abrirán en febrero próximo al menos 100 averiguaciones contra corruptos aún indeterminados. Están frustrados porque  no les prometieron investigaciones, ni averiguaciones, mucho menos juicios; les ofrecieron colgar en la plaza pública a corruptos concretos, con nombre y apellido, o meterlos a la cárcel para que sirvan de ejemplo.

Las voces de los que claman justicia ya no son las únicas. Empiezan a escucharse las de electores que además demandan programas de gobierno que se debieron diseñar desde la campaña electoral, que indebidamente se centró en la “independencia” del verdugo y las cabezas de los sentenciados extrajudicialmente.

Piden que se apliquen políticas públicas para resolver asuntos específicos. Solicitan programas para gestionar problemas sociales concretos que no consistan únicamente en corrupción o escasez de recursos financieros. Quieren el gobierno de la comunidad política-social, y no sólo la eficiente administración de Nuevo León S.A.   

Distorsionando las voces de los que cantan a coro, los desentonados electores demandan del “independiente” lo mismo que exigían a los gobernantes provenientes de partido. Quieren información, transparencia, y sobre todo que se apliquen medidas para que la rendición de cuentas sea real, oportuna y efectiva. Así es como se escucha en la red las voces de los electores que legitimaron al gobernador “independiente”, del gobierno “independiente”, del Estado “independiente”, dotándolo de un capital político que está dilapidando.

En el orfeón que canta en la red, todavía no se escuchan las voces de los que, por la razón que se quiera, votaron en contra y lo hicieron a favor de alguno de los candidatos de partido. Estos electores, considerados vasallos de la partidocracia, permanecen callados a la espera del fracaso y el consecuente desengaño para salir a cantar el gastado estribillo: “se los dije”, “somos la única opción”.

Obviamente, no están en el coro los sin voz, los que no pueden accederse a la internet ni forman parte de la cúpula de alguna agrupación no gubernamental. Faltan los que carecen de espacios para poder armonizar o desentonar.

 

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