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2027 2 Febrero 2016

 

 

MUROS Y PUENTES
Enfoque a Bernie Sanders
[Diálogo con Cris Villarreal]
Raúl Caballero García

 

Dallas.- Este primero de febrero comenzaron en Iowa las elecciones primarias: el proceso interno de los partidos demócrata y republicano para nominar a sus seleccionados como candidatos para la Casa Blanca.

El proceso ha despertado un interés en el electorado no visto en mucho tiempo y, como se ha difundido ampliamente, a esa cita los aspirantes punteros llegaron casi empatados; del lado de los demócratas van Hillary Clinton y Bernie Sanders, y de los republicanos adelante van Donald Trump y Ted Cruz.

Ya se verá al final del día cómo ha sido el arranque –estas líneas se escriben paralelamente a esta primera jornada–. En este momento quiero ventilar el punto de vista de una colega y amiga, Cris Villarreal, con la que al respecto he intercambiado mensajes por E-Mail y por Facebook, y que pues dado que sus respuestas (a mi manía de hacer preguntas) me parecen muy compartibles, le he pedido autorización para ventilarlas.

En nuestro intercambio, principalmente se ha enfocado la figura de Bernie Sanders, ese fenómeno inusitado que ha venido a moverle el tapete a Hillary Clinton. De todo(s) lo(s) demás ya me ocuparé en otros apuntes. Desde luego le evito al lector los giros personales de nuestra correspondencia.

Recopilo mis planteamientos en un primer bloque y enseguida presento las opiniones de Cris Villarreal en un segundo bloque:

RCG.- Bernie, con su manera de ver y sus propuestas políticas, ha dictado cierta línea en las campañas ¿no? Creo que coincidiremos, dime si no, en que cuando decidió lanzarse, el escepticismo en torno suyo era palpable; pero hemos venido viendo cómo el run-run rebasó al ruido en contra y ha venido creciendo el entusiasmo... mítines multitudinarios, los jóvenes –como señalas en tu anterior envío– creando un momentum en el que pareciera que le mueve el tapete a Clinton ¿cierto?, ¿o no?, pero a lo que quiero llegar es que luego de que al inicio, su declaración de principios –como “candidato socialista” apostándole al voto progresista– propiciara recelos y dudas, todo eso se ha disipado ¿o cómo la ves? ¿ha generado –ya– un movimiento tipo revolución política a lo largo y ancho del país?

Es innegable el entusiasmo que ha generado, sí desde luego entre la juventud pero también en los demás segmentos sociales, ¿eso qué nos dice de las expectativas sobre políticas progresistas?

De acuerdo a los indicios de las encuestras y los estudios revelando la posición de Sanders al arrancar las primarias, ¿estamos en un contexto histórico?, Sanders ¿puede motivar a los electores hacia el polo más opuesto de la gritería conservadora? ¿Cómo ves, en qué medida ves el descontento de la juventud, del conglomerado que lo apoya?

El salario, el cambio climático, el costo de la educación superior, el exhibido 1 por ciento, son entre otros los temas con los que Sanders cabalga en su batalla, ¿qué ha pasado para que todo eso tenga resonancia en el pueblo o en las bases demócratas? Es obvio que no es sólo una campaña atinada, ni nada más la sustancia de sus discursos, ¿llegó el tiempo de que este país se reinvente corriéndose al lado progresista?

CV.- En cuanto a Bernie, me dices que al principio de su lanzamiento como precandidato nadie apostaba un centavo por sus aspiraciones, estoy de acuerdo, pero en cuanto se empezó a dar a conocer su agenda de trabajo todo cambió.

El sistema establecido creyó que había hecho su trabajo ideológico muy minuciosamente a través de los contenidos hojarasca en los medios masivos de información y programas televisivos de modelación de conciencias, pero no contaban con la influencia demoledora de las redes sociales.

Por las redes sociales nos hemos enterado de todo lo que se ocultaba del perfil de Hillary, sus conexiones con Goldman Sachs, sus patrocinadores de Wall Street, sus nexos con Monsanto*. En los debates, Bernie, con guante blanco, porque siempre se conduce con mucha educación, en forma muy contenida, ha demostrado los compromisos de Hillary con el poder financiero que controla este país y la gente se ha educado sobre cuáles son las abismales diferencias entre los dos.

Bernie por el 99 por ciento de la población, por una clase media que sobrevive de cheque a cheque y hace malabares, acuciada por las deudas de las tarjetas para librarla cada mes y Hillary como representante del proyecto neoliberal que pretende que todo este desorden que favorece al 1 por ciento continúe igual.

La gente ya no le teme a la etiqueta de socialista. En varias ocasiones entrevistadores de los medios corporativos le han dicho a Bernie: ‘pero usted es socialista’ y Bernie responde con mucha convicción: ‘Así es’. Cuando la gente conoce el programa de Bernie que favorece con creces a la mayoría de la sociedad, entonces piensa: ‘entonces si eso es ser socialista no ha de ser tan malo’.

Y sí, estamos viviendo un momento histórico, para mí, Bernie es el nuevo Franklin D. Roosevelt que enderezó la economía después del crash del mercado de valores de Wall Street del 29 que originó la Gran Depresión.

Las encuestas lo ubican como empatado con Hillary en Iowa, en New Hampshire está ganado. Un indicador es que la asistencia en todos los actos públicos es quintuplicada por Bernie. Ojalá que todas esas personas también vayan a votar.

Finalmente, yo creo que Bernie lo que hizo fue catalizar toda la frustración y el latente descontento de esta sociedad por tanto abuso y desigualdad. Que la Suprema Corte haya votado esa iniciativa de Citizens United** (nunca un nombre de una malandrinada más camuflado) es como si los Estados Unidos hubiera vendido su democracia a las fuerzas financieras más oscurantistas. Ese voto rebajó a Estados Unidos al nivel de una república bananera.

Hasta ahí Cris Villarreal. Esta mañana leí en un despacho de Notimex que Iowa ha dejado de ser el termómetro del “ánimo político”, toda vez que su población no representa el mosaico étnico nacional. Hoy la diversidad de razas dictamina los resultados electorales.

Si tenemos en cuenta lo anterior, el “laboratorio” de Iowa no es pues garantía de que quien lo gane llegue a la Presidencia; en todo caso nos servirá para evaluar el peso de cada uno; el corresponsal de Notimex subraya que nadie requiere ganar “sino mostrar que son competitivos”, y que tienen restos para el sinuoso camino en estas primarias.

 

* Trasnacional protagonista en el debate sobre transgénicos. Nota: El 90 por ciento de los cultivos genéticamente modificados en el mundo han sido desarrollados, así sea en parte, por esta empresa.

** La Corte Suprema decidió (en 2010) que las empresas privadas puedan financiar sin límites a los partidos en la campaña electoral y expresarse a favor o en contra de los candidatos. Clinton goza de un gran respaldo en su campaña, en tanto Sanders mantiene la suya con el trabajo de voluntarios y las donaciones de gente común (no ricos ni millonarios).

 

Raúl Caballero García, escritor y periodista regiomontano; comentarios a: caballeror52@gmail.com

 

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