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2027 2 Febrero 2016

 

 

Las ATE, una bobada más
Hugo L. del Río

 

Monterrey.- Es para volverse loco. El bronco, ese pobre muchacho que cobra como si fuera gobernador de Nuevo León, alienta a los alcaldes para que organicen sus escuadrones de Armas y Tácticas Especiales, ATE. Es una bobada.

La versión tercermundista del SWAT fue, hace años, cooptada por los cárteles y en apego a las órdenes de los capos, estos, dizque gendarmes de intervención rápida, asesinaron a varias personas.

Naturalmente, las ATE, si es que las crean, volverán a cobrar en la nómina de los cárteles. Es tontería empapada de sangre. Y muy cara, además. Pero el top cop local, el general Cuauhtémoc Antúnez, se da, desde luego, el lujo de contradecir a Rodríguez Calderón, quien en teoría es su jefe y ordena que se dé marcha atrás. Señor de los Tres Clavos: ¿Quién manda aquí, Jaime Heliodoro o Antúnez? Creo que la respuesta es obvia.

Por su nada respetable parte, el alcalde de San Nicolás, Víctor Fuentes, tiene a bien informarnos que va a contratar a otros 500 policías. Los nicolaítas vemos un azul en la calle y lo primero que hacemos es guardar el billete entre calcetín y zapato. Los municipales de Fuentes –al igual que los de todo el país– asaltan, roban, intimidan. Les encanta humillar a la gente humilde y odian con odio jarocho a los estudiantes.

Si Fuentes va a darles armas y placas a medio millar de hampones vestidos de azul, será porque por una parte necesita más doblones para el futuro político que debe soñar –¿se verá a sí mismo como Ejecutivo estatal, legislador federal, secretario de Despacho?; quizás ya enfermó de bronquitis y alucina que será Presidente de lo que aún queda de este pobre México– y, al tiempo, con más jenízaros sueltos, irá poco a poco armando la estructura fascista cuyos cimientos puso el tal Chefo Salgado, confeso admirador de Hitler.

No necesitamos más policías: lo que nos urge es tener agentes profesionales que protejan a la sociedad. Pero el Sistema no lo permite. El poli mexicano promedio es como los de Escuinapa, Sinaloa, quienes al grito de “¡ya!” corren para dejar espacio a que los sayones asesinen a sus víctimas. O como los de Veracruz, quienes aprendieron las malas artes de sus colegas de Iguala: arrestan a personas incómodas y las entregan a los narcomatones.
Ésta es nuestra policía, con sus honrosas excepciones, que las hay. ¿Y qué esperamos? Ya basta de ingenuidad: es muy obvio que un gobierno corrupto no nos puede ofrecer una policía honesta. Tenemos que recuperar la calle: gritar, aullar, hacer plantones. Los guatemaltecos metieron en prisión a un Presidente corrupto y genocida. ¿Por qué no imitamos su ejemplo?  

hugo1857@outlook.com

 

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