PUNTOS CARDINALES
El futuro de Chiapas
Óscar Palacios
San Cristóbal de Las Casas.- Es prematuro hablar de lo que sucederá en Chiapas en los próximos seis años. Un cambio de estafeta puede significar más de lo mismo o una vuelta de timón que signifique otra perspectiva histórica, donde se conjuguen acciones que permitan, sustancialmente, el desarrollo de la, entidad. Un espacio donde permee, por fin, la justicia, donde se dé jaque mate a la impunidad, donde la pobreza no se extermine con decretos, sino con programas coherentes.
En el ambiente chiapaneco se respira optimismo a partir de que Manuel Velasco Coello rindió su protesta de ley como gobernador del estado. No sé si sea ese juego entre la realidad y el deseo—diría Luis Cernuda—a que nos convoca a esa cosa llamada esperanza. Después de doce años de rapiña, de injusticia, intolerancia y abuso de poder, la realidad nos advierte: será gatopardismo: que todo cambie para que todo siga igual y sin embargo, se atraviesa el deseo: que por fin se trabaje con honestidad, creatividad, sin reprimir la libertad.
Los signos son promisorios. Manuel Velasco Coello inicia con el apoyo inédito de la clase política estatal y nacional. Su llegada al Poliforum fue en olor a multitud. Se escapó del círculo de seguridad para saludar al pueblo que lo llevó a alcanzar su meta. Popularidad que deseamos no se concierta en populismo. No más palabrería hueca, no más obras suntuarias, no más hechos deshechos por la realidad ominosa. Si Chiapas nos une, que sea por la armonía, no por el temor.
Un solo acto congruente le reconozco a Juan Sabines: no haber asistido al acto final. Le podía pasar lo que al exgobernador Albores, quien a pesar de que le advirtieron que Pablo Salazar sacaría las garras, asistió y le fue como en feria. En cambio, dos de sus títeres: el raterazo Enmanuel Nivón y la tequilera Marcela Bonilla, —candidatos a la gubernatura –de risa– del PAN y esa entelequia llamada POCH, respectivamente, se llevaron la rechifla y los abucheos; Velasco tuvo que parafrasear juguetonamente: Calma Coita que ya ganamos.
En su breve discurso inaugural, Velasco Coello delineó lo que aspira para Chiapas. La austeridad es un tema importante. Ya basta de pretenciosos funcionarios que llegan con una adelante y otra atrás y a costillas del erario llevan vida de jeques. Lujosísimas camionetas, restaurantes de postín, celulares caros y toda esa costosa parafernalia. Eso es una afrenta a para un pueblo con tanta pobreza y con la deuda eterna que dejó el antecesor.
Ahora todo indica que vamos hacia un gabinete equilibrado. Los primeros signos son promisorios: Mario Uvence Rojas en Coneculta, Carlos Morales Vázquez en Medio ambiente, Juan Carlos Gómez en Planeación, Eugenio Ruiz Hernández en Salud y Daniel Sandoval en Hacienda. Este último, toluqueño, parece ser un guiño a Peña Nieto. Por el momento es encargado, como para medirle el agua a los camotes. Sea lo que sea esperamos un equipo comprometido que sea aliado del pueblo y no se sientan como si dios les hablara. Si va a ser el actuar de una nueva generación, tendrán que demostrar que son diferentes y saben honrar sus compromisos. Manuel Velasco Coello está iniciando el camino hacia un destino más alto. Chiapas será su prueba de fuego. Tiempo al tiempo.
Hay algo que llamó nuestra atención y es en relación a los nombramientos de los “encargados de despacho”. El artículo 47 de la traqueteada Constitución de Chiapas dice: “ Todos los reglamentos, decretos, acuerdos y órdenes del Gobernador deberán ir firmados por el o los titulares de la dependencia que el asunto corresponda y sin ese requisito no serán obedecidos” Pareciera que estamos ante un “autogolpe de estado”
Mientras el Gobernador no nombre a los titulares, nadie podría efectuar ese necesario refrendo para que sus decisiones sean obedecidas. El citado artículo constitucional es muy preciso al señalar que se requiere la firma del o los titulares, no de los “encargados de despacho”. Que algún docto en derecho me diga si estoy en la cierto o me equivoco.
Otro asunto: en la multipublicitada carta del abogado Culebro Borrayas, en un párrafo menciona que el ex gobernador Sabines reformó la Constitución que señalaba que los funcionarios sólo podrían ser sujetos de juicio político durante su encargo, y hasta un año después. Esto es cierto, sin embargo menciona que lo hizo perversamente para protegerse.
El precepto constitucional que que preveía tal situación (juicio político hasta un año después de dejar el cargo) era para que la protección alcanzara al Gobernador saliente por un año más, de tal manera que, para proceder penalmente en su contra, se requería previamente ese juicio político y la consecuente declaración de procedencia.
Lo que, por ignorancia, no supo el ex gober es que, al quitar “el año después”, eso significa que no se requiere la declaración de procedencia del juicio político para poder proceder en contra del gobernador saliente, y por lo tanto, bastará ahora denunciarlo ante el ministerio público para ejercer acción penal o administrativa en su contra, como cualquier mortal. Así, lo que fue una reforma de mala fe y perversa buscando protegerse, se convirtió en un arma que puede ser usada en su contra. Si es menester, que la ciencia jurídica me corrija.
Y en otros temas les comento que no he leído el libro texto donde Sabines se autoelogia y madrea a Pablo Salazar. Al que quede de Secretario de educación habrá que pedirle que lo retire de la circulación en las instituciones escolares. Que se los repartan entre sus viudas y viudos que quedaron muchos. Hay lecturas más provechosas para los muchachos y no esa historia del ego retentado.
Signos de los tiempos: Luis Ignacio Avendaño, presidente municipal, está hiperactivo en la ciudad mágica de Comitán. Entre otras cosas positivas, es alentador el movimiento cultural que han iniciado. Nos congratula el nombramiento del escritor Alejandro Molinari, quien con creatividad, le ha dado una vuelta de tuerca al sector. Enhorabuena.
Las frases de la próxima semana:
- Las decisión número catorce de EPN es que, una vez más, nos mandarán a la goma (con balas de idem, pues).
- En el 2013 no más impuestos: Videgaray. Basta con Peña Nieto.
- Calderón se fue a Harvard. ¿Y Sabines? Al Hard-Bar.
- Y ya con esta me despido: Viene el 2013, pero no se es-13.
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