FRONTERA CRÓNICA
Qué quiere el magisterio
J. R. M. Ávila

Monterrey.- Cansado de buscar en periódicos y noticieros de radio y televisión qué es lo que pide el magisterio que en las últimas semanas protesta contra la reforma, y encontrar sólo tergiversaciones como: “el paro de maestros perjudica a miles de estudiantes” o “los bloqueos afectan a tal cantidad de vacacionistas”, entro esperanzado a Twitter.

“Esos maestros que bloquean la Autopista del Sol son los mismitos que piden 30 varos para copias y 20 para exámenes! No mamen!”, mal escribe Brozo en Twitter, como si jamás hubiera ido a la escuela. Bueno, ¿qué puede esperarse de un falso informador que ni siquiera llega a payaso verdadero?

Encuentro también una nota a pie de foto: “Los ‘maestros’ piden a los medios la verdad. Qué decimos que fueron amables al quitar las vallas? La foto no miente”. Por supuesto, parece que quien lo escribió no aprendió mucho de lo que sus maestros intentaron enseñarle. Por otra parte, la verdad que el magisterio exige es que se ventilen las razones que le han llevado a la protesta, y eso no puede entenderlo este sujeto.

Más adelante, el “historiador y novelista” que se firma como Dr. Juan M. Zunzunegui‏ (hazme el ridículo favor, ¿quién se firma como Doctor en Twitter?), escribe: “Vivimos en un país donde los maestros piden que no haiga injusticias, como las evaluaciones docentes”. Yo diría más bien, vivimos en un país donde los merolicos se creen historiadores y novelistas. Y se ostentan como Doctores, además. De carcajada. Me gustaría saber si este Doctor se arriesgaría a presentar un examen sin saber cuál es el puntaje requerido para aprobarlo, como le sucede al magisterio.

Alguien que está en las mismas circunstancias que yo, escribe: “Es el día en que no entiendo por qué protestan los maestros. Qué piden exactamente. Y leo 2 periódicos diario. Así de sesgado está todo”. Lo comparto por completo. Hasta ahora, muy pocos medios se han ocupado de informarlo.

Entro a Facebook y, gracias a Javier El Mute Sánchez, encuentro las razones que han llevado al magisterio a trastocar las calles y el “orden público”: educación pública gratuita, inversión de no menos del 8 por ciento del producto interno bruto, respeto a los derechos laborales, garantía de plazas a normalistas que pasen el examen de oposición, democratización del sindicato.

Estoy de acuerdo con el punto 1 porque hasta ahora el gobierno sólo se encarga de pagarle (y mal) al magisterio y de proporcionar libros de texto gratuitos, pero se desentiende del mantenimiento de las escuelas. De manera que no queda otra que fijar cuotas y luego se acusa al personal docente de que por su culpa la educación no es gratuita.

Estoy de acuerdo con el punto 2 porque actualmente la inversión de producto interno bruto en educación no llega al 5 por ciento, y creo que me voy muy alto al mencionar este porcentaje. ¿Sabe usted cuánto de este producto interno bruto se asigna para gastos de la clase política?

Estoy de acuerdo con el punto 3 porque hasta ahora se ha corrido la voz de que las conquistas laborales del magisterio van a desaparecer y al menos podría haber claridad por parte del gobierno para que la inquietud no invadiera al gremio.

Estoy de acuerdo con el punto 4 porque hay docentes que se encuentran sin plaza a pesar de que la consiguieron a buena ley, gracias a sus altos puntajes obtenidos en dicho examen.

Estoy de acuerdo con el punto 5 porque pecaríamos de ilusos si creyéramos que mantener presa a Elba Esther Gordillo logrará que el sindicato se depure y se democratice como por arte de magia.

Pensemos con profundidad, analicemos con información confiable a la mano. ¿Por qué queremos culpar al magisterio de todos los males que acosan al país como si cada docente tuviera la misma calidad moral que la Gordillo?

¿Acaso el magisterio es culpable de la pobreza o de la miseria que hay en el país?, ¿no tendrán más culpa el hombre más rico del planeta, los especuladores de la televisión o los políticos que han tomado decisiones dándole la espalda al pueblo?

¿Acaso el magisterio perpetró los fraudes en las últimas dos contiendas electorales y en la de 1988?, ¿no tuvieron más culpa las televisoras, las radiodifusoras y los diarios que le detuvieron la pata a la vaca?

¿Acaso el magisterio se ha dedicado a vender a la patria en alguna época?, ¿no será más bien gente como Salinas de Gortari, Fernández de Cevallos, Fox, Calderón o Peña Nieto?

¿Será posible que todavía estemos dispuestos a creer en estos embaucadores que monopolizan el poder, ocultan la información y se enriquecen a costa del pueblo?

Discúlpenme, pero yo sí respeto a la escuela pública que me educó, y digo: no.