Alerta ambiental
Lupita Rodríguez Martínez
Monterrey.- Una gran preocupación está latente entre las diversas organizaciones ambientales de Nuevo León, que se ha transformado en una ocupación y en un compromiso de lucha.
Nos referimos a la lucha contra contaminación en la zona metropolitana, ocasionada por la creciente destrucción de nuestros recursos naturales, tales como: agua, aire, tierra, flora, fauna, montañas, bosques, entre otros.
Es la nueva crisis ambiental provocada, en gran medida, por la voracidad de los grupos del capital privado, en abierto o velado contubernio con las autoridades ambientales de las últimas décadas.
Activistas y especialistas han investigado suficiente sobre el deterioro ambiental y han propuesto las medidas necesarias para remediar que, según estimación del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiental, Monterrey siga siendo la zona urbana más contaminada de América.
Lo que falta es asumir compromisos y, sobre todo, que las autoridades de los tres niveles de gobierno analicen la necesidad de declarar el estado de alerta ambiental en la zona metropolitana de Monterrey.
La ciudadanía en general debemos participar en los trabajos para neutralizar y revertir dicha situación, sobre todo para vigilar que se apliquen las políticas públicas que establece la Ley Ambiental del Estado.
La contaminación del aire que respiramos es uno de los riesgos más peligrosos para la salud pública, además de los problemas de depredación y despojo de áreas verdes por el ultra-crecimiento de la mancha urbana.
Debemos vigilar que sean atendidos y frenados esos factores contrarios a la salud pública de la niñez y de las personas adultas mayores, puesto que disfrutar de un ambiente sano para el desarrollo de la persona es un derecho constitucional, pero también es una obligación de todos.
El Artículo 3 señala que los poderes del Estado, en forma coordinada con la ciudadanía, deben velar por la conservación de los recursos naturales, así como defender y restaurar el medio ambiente y mejorar la calidad de vida en forma solidaria en el logro de estos objetivos de orden superior.
Por ello, Gobernador, Presidentes Municipales y Diputados deben pugnar para que a través de los medios masivos de comunicación, la ciudadanía nuevoleonesa tenga información diaria y oportuna sobre la calidad de aire que respira, con base en un sistema de monitoreo ambiental científico y profesional, así como hacerla partícipe en las siguientes acciones…
1.- Legitimar políticas públicas comprometidas con la defensa de los derechos humanos, la protección de la salud y el medio ambiente.
2.- Combatir la destrucción ambiental y el silencio de las autoridades ambientales ante los empresarios socialmente irresponsables.
3.- Sancionar a los particulares adueñados del agua, de la cual no rinden cuentas sobre cómo administran las concesiones o asignaciones.
4.- Frenar la extracción del gas shale mediante la fractura de pozos con agua o fracking y buscar alternativas al proyecto hidráulico Monterrey VI.
5.- Evitar que empresarios en contubernio con las autoridades se erijan como defensores de la ecología, minimizando el deterioro ambiental.
6.- Prevenir los problemas de salud que generan las industrias cementeras, acereras, químicas, petroquímicas, vidrieras, embotelladoras, refresqueras, yeseras, pedreras, etcétera.
7.- Aplicar un modelo de regulación que ponga fin al trato privilegiado hacia empresarios y acabar con el daño a la salud de la población indefensa.
8.- Impedir que empresarios y autoridades distorsionen las leyes, reglamentos y normas ambientales, con el fin de romper el círculo vicioso de la contaminación ambiental y el rezago social.
9.- Erradicar los índices de pobreza y desigualdad social, factores propiciatorios de la violencia que azota a los hogares, provoca la destrucción de recursos naturales e impide el desarrollo sustentable de la sociedad.
