DEL ARCÓN DE MIS RECUERDOS
Bloque Opositor
Ricardo Morales Pinal
Monterrey.- Pues mire usted, estimado lector, como lo prometido es deuda hoy le comparto este escrito titulado “Bloque opositor” (1997) de los años en que el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas encabezaba aquella gran insurgencia política y ciudadana.
Que en el año 2000 enrumbó la vida política y social del país por caminos desconocidos hasta entonces, rompiendo los viejos paradigmas de la política que se habían anquilosado en los rituales del priismo conservador. La participación de personajes controvertidos en la política como Porfirio Muñoz Ledo e Ifigenia Martínez entre muchos otros acompañó al hijo del Tata en aquella aventura cuya singularidad se caracterizó por una alianza (medio tácita-medio explícita) con el partido Acción Nacional, fraguada a lo largo de casi una década a partir de la derrota del 88 en que se consumó uno de los fraudes electorales más grandes en la historia del país cuando el ahora “revolucionario” Manuel Bartlett –actualmente de los principales promotores de AMLO a la candidatura presidencial- jugó las veces de mano de gato para hacer el trabajo sucio en la gran fragua del fraude electoral con la llamada “caída del sistema”.
Bloque Opositor
Hasta que se decidieron. El berrinche, el grito y el sombrerazo cedieron finalmente el paso al discurso republicano. Sonora la voz de Porfirio, contundente y sin rodeos fue a la médula del asunto: la independencia de los Poderes de la Unión. Fue más allá: la interdependencia en la búsqueda de soluciones de fondo –más allá de la caridad- a la problemática social, económica y política en que se debate la Nación.
¡Viva la República! Fue el grito del Bloque Opositor.
Extraordinario, realmente extraordinario pues en el Bloque Opositor se incluyen los diputados de Acción Nacional considerado tradicionalmente anti juaristas. Es el equilibrio de los poderes porque, finalmente en la cámara de diputados es en donde los principales partidos de oposición (PRI y PAN) han logrado aglutinar a toda la oposición justamente para equilibrar el peso inercial de los dinosaurios priistas que no se resignan a ser minoría en la Cámara y se han inventado una “mayoría relativa”.
No hay duda, la eterna búsqueda del equilibrio entre los poderes. Una lección de civismo en aras de la Patria por parte del Bloque Opositor. Novedad después de más de sesenta años de sumisión de la legislatura a los dictados presidencialistas desde que el “jefe máximo” estableció su maximato, hasta los recientes días del frustrado neomaximato salinista.
¡Se ve, se siente, Zedillo está presente! Fue el grito priista refrendando su sumisión al Ejecutivo. Ordinario, realmente ordinario. Ya le llegará su hora a la Cámara de Senadores.
Resulta curioso, por cierto, que Manuel Barttlet –el genio de la caída del sistema-critique la alianza opositora en la Cámara de Diputados diciendo que el PAN y el PRD son como el agua y el aceite en términos de ideología y programa económico. ¿De qué moriría el ardido? Las alianzas liberal-conservadoras, por cierto, no son novedad en el País.
