DISPARATES
Los Arrimadores
Armando Hugo Ortiz

Monterrey.- Así bautizaron a los abogados contratados por los bancos desde 1995. El error de diciembre de 1994 provocó que millones de mexicanos quedaran entracalados por adeudos bancarios.

Su tarea fue convencer a los deudores para que se “arrimaran” a los bancos a reestructurar su adeudo; hecho esto recibían su comisión. Nada de embargos; había en los corralones millones de autos devueltos, igual de casas y terrenos de clientes que optaban por devolver la causa del débito. Los banqueros preferían que firmaran de nuevo, con el obligado aumento de intereses.

No funcionó, al final el Gobierno de Ernesto Zedillo rescató a la banca con el Fobaproa; años después entregada a los extranjeros.

Ahora el alcalde de Monterrey, Adrián de la Garza, anuncia una versión siglo XXI de los “arrimadores”, contratando a despachos jurídicos para cobrar adeudos vencidos del impuesto predial, multas de tránsito y alcoholes, con llamadas telefónicas y visitas domiciliarias; la comisión será del 20% de lo recuperado.

Se antoja apetitoso el monto de la cartera vencida: tres mil millones de pesos, pero de seguro los adeudos cuantiosos son de unas cuantas empresas constructoras, que utilizarán sus influencias para evadir el pago. Ni para qué intentarlo, es más fácil extraerle una flatulencia a la mona del Arco.

El porcentaje mayor será de pequeños deudores, cuyo monto individual tampoco merece un procedimiento judicial, ni siquiera para el pago de fotocopias.

Para obtener ganancia, los abogados deberán transformarse de arrimadores a huizacheros, y aceptar pagos a la antigua en especie: gallinas, canastas de huevo, marranos, costales de maíz, monedas antiguas y todo tipo de cachivaches.

No faltará algún deudor, o deudora, que declare no tener ni dónde caerse muerto(a). Ni modo, los picapleitos deberán arrimarse para aceptar pagos con tarjeta de crédito cuerpomatic.

Ya vas, Barrabás.

a_hugo16@hotmail.com