Y AHORA, ¿QUÉ SIGUE?
Claudio Tapia

Volvieron a hacerlo. Incapaces de  cambiar, sordos, ciegos, distantes, autistas, los partidos y candidatos que contendieron en la jornada electoral del 5 de julio, esos grupos facciosos, salvo honrosas excepciones, repitieron todo aquello de lo que los ciudadanos estamos hartos. Confirmando, una vez más, que tenemos la razón.
Las recientes reformas y todos los parches a las reglas de nuestros procesos electorales, resultaron insuficientes para impedir que los contendientes y los árbitros actuaran al margen de la ley y de la ética política. Otra vez, la frustración y el desaliento. No parece haber legislación eficaz ni suficientes recursos para los no ciudadanos que dedican todo su empeño e imaginación a la reiterada tarea de darle la vuelta a la ley con tal de ganar.
Vivimos ahora, después de las elecciones más caras de nuestra historia, la misma crisis postelectoral de la que no hemos salido desde el 2006 y que en el 2000 creímos superada.
Se valió de todo, porque la impunidad la garantizó el hecho de que todos hicieron las mismas trampas y marrullerías aunque no con la misma efectividad y oportunidad ni con el mismo descaro. Recurrieron a lo de siempre: los gobernadores en sus respectivos territorios y hasta el cuestionado presidente, hicieron campaña abierta a favor de sus candidatos; se superaron los gastos y tiempos de campaña; los medios electrónicos hicieron propaganda a favor de los que encubiertamente los contrataron; se recurrió al voto corporativo y clientelar; hubo acarreos, giraron los carruseles, el voto se cooptó, se orientó, se presionó y finalmente se compró. Ni que decir de las sospechosas inconsistencias que dejaron como huella de su clandestina intervención los profesionales del delito electoral, los de siempre, los expertos enviados desde los lugares en que han mostrado su eficacia de mapaches profesionales.
Todo ante los ojos del arbitro electoral que pide ahora que el que se inconforme pruebe lo que estuvo a la vista de todos. Habrá un solo elector, medianamente informado, que dude de que todo eso ocurrió. Habrá algún ciudadano que ignore lo que es fama pública.
Pues bien, lo volvieron a hacer. Y ahora, ¿qué?
¿Qué podemos hacer para impedir que la política surgida de la impostura de la representación y su viciado proceso electoral, siga tan corrompida y se realice cada vez de manera más cínica?
Ya lo sabemos bien, parte de la respuesta está en reducir el enorme déficit de ciudadanía que los mexicanos padecemos. La ignorancia cívica y la miseria son los verdaderos enemigos de la democracia. De ahí la importancia de combatir la desigualdad y de formar ciudadanos capaces de denunciar, exigir y proponer. Por eso fue una agradable sorpresa que, en esta sociedad de ciudadanos en la que no todos lo somos, surgieran de manera libre, espontánea y simultánea los promotores del voto nulo en algunas ciudades del país (brotaron como hongos).
El coraje ciudadano exhibido por jóvenes educados, informados e inconformes que invitaron a votar anulando, le dio vigor y aliento al casi abandonado intento de moralizar la forma de hacer política en nuestro país.
Con es bocanada de oxígeno, muchos de los electores resignados se sumaron a la expresión de inconformidad contra un sistema de partidos que no los representa y se animaron a intentar recuperar la salud de la política y con eso su dignidad cívica. Los logros al 6 de julio, de ese movimiento social de protesta legal, legítima y por eso moral, los tomo del comunicado institucional del 7 de julio de Propuesta Cívica, A.C.
El voto nulo y el voto por candidaturas no registradas (ambos nulos) crecieron en su conjunto. En el 2003 (hay que comparar intermedia con intermedia) el voto por candidaturas no registradas totalizó 16 mil 359 votos y los sufragios anulados fueron 896 mil 649, sumando 913 mil 008 votos en total. En las presentes elecciones, con el 99.87 % de las casillas computadas, los votos a favor de candidatos no registrados fueron 62 mil 101 y los votos nulos fueron 1 millón 839 mil 971, lo que representa un crecimiento de 280 y 105 % respectivamente, lo que totaliza 1 millón 902 mil 072 sufragios anulados.
En tres estados el voto nulo se convirtió en la tercera fuerza política. Y se consolidó como cuarta fuerza política en 11 entidades más. Así mismo, es la quinta fuerza política en otros 11 estados. En términos proporcionales, el movimiento de los anulistas tuvo su mejor desempeño en el Distrito federal con 11.2 % seguido por Aguascalientes con 8.6 %, Chihuahua 7.7 %, San Luis Potosí 7.5 %, Puebla 7.4 %. En Nuevo León logramos poco menos del 4%.
El voto nulo superó en 11 entidades al PRD y al VERDE y, en 29 estados al PT. Además le ganó a Convergencia en 30 estados y a Nueva Alianza en 26. En toda la republica, el voto nulo prevaleció sobre el Partido Social Demócrata. Así ocurrió y si no lo pueden admitir es porque su autismo los mantiene desconectados de la realidad.
Y ahora, ¿qué? Pues que ahí no puede quedar. La mayoría de los inconformes con el actual sistema de representación, canalizaron su valioso coraje cívico para que en la Primer Asamblea Nacional por el voto nulo, celebrada en la ciudad de México el 30 de junio pasado, en la que se reunieron 42 organizaciones promotoras del voto nulo y más de 300 ciudadanos, se acordara, entre otras cosas, que a partir del 6 de julio se impulsará la realización de iniciativas de  reformas legales en importantes rubros de la democracia representativa como el de reducción del número de representantes, la reducción del financiamiento a los partidos, transparencia y rendición de cuentas, candidaturas independientes, valor jurídico al voto nulo, revocación del mandato y todo lo que conduzca a una ley de partidos. También se decidió presentar propuestas legales en materia de democracia participativa para contar con instrumentos como la consulta popular, el referéndum, plebiscito, auditoria ciudadana, etc.
Sólo para que se den una idea del tono jubiloso y entusiasta propio de los jóvenes ciudadanos que participan, cito algunos de los ingeniosos nombres de las organizaciones que integran La Asamblea Nacional: Los Anulistos, Mexicanos al Grito de Guerra, Esperanza Marchita, Tache a Todos, Vota X Nadie, Yo Voto X Quien Quiera, Dejemos de Hacernos Pendejos y, por supuesto que no podía faltar, si iñor, nuestro colectivo regiomontano con su grupos Vota X Papanatas, entre otros.
Los regios estarán también en la ciudad de Guadalajara, el próximo 18 de julio, en la Segunda Asamblea Nacional. Ya están preparando sus propuestas adicionales. Se reciben y agradecen sugerencias.
¿Qué va a pasar? ¿En qué va a parar este notable esfuerzo ciudadano que parece ser algo más que una dispersa intentona?
¿Los indignados ciudadanos seremos capaces de perseverar hasta convencer? ¿Los partidos y sus oligarquías aceptarán la presión ciudadana, o seguirán descalificando a los casi 2 millones de ciudadanos que anularon su voto? ¿Se atreverán? ¿Se arriesgarán a llegar así al 2012? ¿Le apostarán a que el estallido del bicentenario no ocurrirá? No tengo las respuestas. No lo sé.
Por lo pronto, me alienta el despertar de la joven ciudadanía. Me estimula el vigor de los soñadores que creen poder sanear la execrable política nacional. Adelante los que no se conforman, los que quieren dejar de hacerse pendejos. Larga vida a Papanatas y chavos que lo acompañan. 
                                                              
claudiotapia@prodigy.net.mx

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