cabeza
Google

15diarioind

portada69ind

15h2

qh2

15diariotv

videoteca

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

QUEREMOS A CAMERO LIBRE
Alfonso Teja Cunningham

La Historia (esa que juzga sin piedad las acciones de hombres y mujeres) nos refiere que cuando María Antonieta, reina de Francia, fue informada de que el pueblo se disponía al levantamiento por la falta pan, ella por ignorancia o por burla respondió: “pues que coman pasteles”.
Poco tiempo después, ese cuello real, supuestamente hermoso, fue acariciado por la guillotina; y así el movimiento popular francés dio inicio a la era contemporánea en 1789.
La anécdota hace reaparecer la (hasta ahora) eterna pregunta: ¿por qué somos incapaces de aprender las grandes lecciones de la Historia?
Ahora, aquí, en nuestro México, el régimen derivado de la liturgia de Los Pinos, cada vez más obsoleta, ha liberado (como ya se esperaba) una orden de aprehensión contra el ciudadano Héctor Camero por el delito de usar sin  permiso el espectro radioeléctrico para hacer funcionar una estación de radio comunitaria dedicada al servicio de gente de escasos recursos, y que, la verdad sea dicha y subrayada: es gente que no encuentra en los medios sobrecomercializados ni la información ni los valores, mucho menos el apoyo cultural que correspondería a un Estado preocupado por atender las ingentes necesidades de toda su población.
 El espectro radioeléctrico, necesario es destacarlo, es propiedad de la Nación, no de sus gobernantes. Y la nación somos todos nosotros, todos los que conformamos el país con todas sus atribuciones, físicas, culturales y sociales, pues la soberanía reside en los ciudadanos, no solamente en los administradores, que por algo se llaman servidores públicos.
En este caso los tecnicismos legales salen sobrando. Lo realmente verdadero y trascendente es la evidente expresión de los intereses facciosos que pretenden adueñarse de algo que no les corresponde.
No habla un radical furibundo. Estas finísimas personas de alta alcurnia también tienen derecho a probar el pastel. Tienen derecho a su rebanadita. Pero el pastel tiene que alcanzar para todos los invitados, y en esta fiesta que se llama lo que aún queda de México ellos no tienen ningún derecho para adueñarse del festejo y dejarnos a todos los demás como al chinito: nomás milando. Ya no.
Y por eso pregunto. ¿Será ignorancia?, o peor aún: ¿será burla?

Parece que va a llover…
El cielo sigue nublándose y ya nos estamos mojando, pero en ciertas alturas se mantiene la creencia de que el aparato megapublicitario, la perversión de la mercadotecnia irrestricta y las dádivas coyunturales pueden lubricar por otro rato más al statu quo. Allá ellos.
Lo que por todos lados yo estoy viendo son señales crecientes de crisis: económica, ambiental, de credibilidad, de confianza, de valores. Y temor, mucho temor.
El viernes pasado asistí al ex Palacio Federal a escuchar una conferencia sobre los medios y su impacto en la cultura. Bajo el auspicio del Seminario de Cultura Mexicana y Conarte, una veintena de personas pudimos escuchar una plática informal de Pablo García Sáinz que seguramente dejó a más de uno boquiabierto.
El ponente no es ningún improvisado. Durante más de 25 años García Sáinz fue presidente de la Fundación Cultural Televisa. Entre otros logros acreditables está el nada despreciable mérito de haber organizado la serie de conferencias realizadas en Acapulco a principios de los años setentas que luego dieron pié a una estupenda serie de programa de televisión llamados Encuentro. A esa iniciativa se debió la presencia en nuestro país de algunos de los comunicólogos más importantes como Marshall McLuhan, Abraham Moles y muchos más.

Pues bien, lo que aquí en Monterrey nos expresó Pablo García Sáinz es por demás preocupante, pues entre muchos otros puntos graves anunció que el plazo para que México entre en una etapa de explosiones –literalmente- de irritación popular no va más allá de los cien meses. “Seis o nueve años”, afirmó el ex funcionario de Televisa.
Pero mientras la olla de presión, o la caldera, según la escala que se quiera aplicar, en todo caso sigue aumentando su presión interna, los señores de las sonrisas impostadas continúan suponiendo que la única opinión válida es la propia. Craso error, que lamentablemente tendría en su momento que ser pagado no sólo por ellos, sino por todos.
En este contexto, y procurando mantener el foco del tema aquí en cuestión, expreso mi más profunda indignación y molestia personal por el giro que el régimen federal continúa dando al caso de Radio Tierra y Libertad.
No es posible, ni permisible, que se pretenda aplicar “todo el peso” de una ley interpretada amañadamente en contra de una persona por el delito (absurdo) de echar andar una estación de radio orientada (y eso está más que comprobado) al servicio de los segmentos olvidados de nuestra ampulosa sociedad regiomontana.
Y además hacerlo -valoren ustedes bien este dato-, con un transmisor de CIEN WATTS (100) de potencia. ¡Caramba! …Y no deseo usar el lenguaje miserable que usan algunos supuestos “locutores” que, violando flagrantemente varios artículos de la Ley Federal de Radio y Televisión, transmiten sus estupideces con más de CIEN MIL watts (100,000) ante un público domesticado y dócilmente enajenado.
¡Vaya forma de interpretar (y acomodar) la Ley y la justicia! Si estamos por la democracia como principio de orden legal y respeto a la justicia, no podemos callar y quedarnos cruzados de brazos. ¡Necesitamos apoyar a Héctor Camero! ¡Mi palabra va en prenda!

 

¿Desea dar su opinión?

Su nombre :
Su correo electrónico :
Sus comentarios :

 

 

 

 

 

 

 

 

uanlind

barrasm

sanmind

barrasm

lozind

barrasm

rizind

barrasm

corind

barrasm

aguind

barrasm

tapind

barrasm

gomindx

barrasm

marind

barrasm

borind

barrasm

cruind

barrasm

cepind

barrasm

tejind

barrasm

asaind

barrasm

vilind

barrasm

saeind

barrasm

1
2