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CUATRO CUESTIONES
Víctor Reynoso

En el año político que comienza destacan cuatro cuestiones a observar: las ideas con las que van a ser festejados nuestros dos centenarios (Independencia y Revolución); los trece procesos electores locales; el camino hacia la sucesión presidencial del 2012 y los diez puntos de la Iniciativa de Reforma Política propuestos por el ejecutivo federal.
Algunos considerarán que las ideas con las que vemos nuestra historia, es decir, nos vemos a nosotros mismos, no son objeto de mayor problema: las cosas fueron como fueron y ya. Quien haya reflexionado sobre la historia sabrá por el contrario que hay diversas posibilidades para interpretarla, cada una con consecuencias prácticas. Un ejemplo: lo que se ha llamado la historia patria para niños.
Se caracteriza ante todo por la distinción maniquea: divide nuestra historia en buenos y malos. Contiene otra simplificación, consistente en poner en el mismo saco cuestiones muy distintas, como los actores e intereses que iniciaron la independencia en 1810 y los que la culminaron en 1821. Unifica también actores que lucharon y se mataron entre ellos: Madero, Zapata, Carranza, Villa, Obregón.
Otro rasgo de nuestra historia patria para niños es que los héroes, para serlo, parecen requerir de dos rasgos: haber derramado sangre y haber perdido. Es el caso de Hidalgo, Morelos, Madero, Zapata, Villa. Murieron derrotados, después de haber producido muertes en bandos propios y ajenos. Los ganadores, bien son antihéroes (Cortés y Porfirio Díaz) o héroes de bajo y cuestionable perfil (los sonorenses que culminaron la revolución). La gran excepción es Juárez.
¿Qué consecuencias tiene el aceptar una interpretación de la historia patria infantil, sangrienta y derrotista? ¿Predominará en los discursos oficiales y en las mentes de los mexicanos en los aniversarios del 2010?
Cada seis años se renuevan 32 gubernaturas en el país. En 2010 se renovarán 10, casi la tercera parte. Puede pues ser considerado el año de la elección de gobernadores. Además habrá elecciones de ayuntamientos y diputados locales en esos diez estados y en otros tres: un total de 1523 ayuntamientos y 443 diputados locales.
Los datos indican que habrá al final de este año un nuevo mapa electoral del país. Todo apunta a una consolidación del PRI, en los tres niveles electorales. Pero en los seis meses que faltan (once de las trece elecciones se realizarán el 4 de julio) pueden cambiar el escenario.
El nuevo mapa electoral ira paralelo a la tercera cuestión, la sucesión presidencial del 2012. Poco, pero algo, nos dicen las elecciones locales sobre las presidenciales. En éstas el binomio partido-candidato se inclina al segundo elemento: es el candidato pesa mucho más. Pero difícilmente un excelente candidato con un partido débil puede ganar una elección a la presidencia. Las elecciones locales del 2010 van a dar el mapa de la fuerza de cada partido.
Entre los posibles candidatos los que aparecen con más fuerza por ahora son Enrique Peña Nieto, gobernador priista del Estado de México y el Jefe de Gobierno del Distrito Federal, el perredista Marcelo Ebrard. Dentro del PAN nadie destaca. Pero el panorama es todavía muy preliminar y puede cambiar totalmente. Nadie apostaba hace seis años por Felipe Calderón. Estar en los reflectores puede dar popularidad, pero también desgaste.
Más de fondo son los diez puntos propuestos por el ejecutivo federal con el título de Iniciativa de Reforma Política. Felipe Calderón firma la propuesta, pero son temas muy diversos que han sido planteados por muy distintos actores políticos. Su aprobación o no mostrará tanto nuestra capacidad como nación para construir consensos, como si tenemos o no una idea clara del país que queremos ser. Está bien volver los ojos al pasado, y festejar lo que haya que festejar. Pero siempre con un sentido preciso: definir el futuro que queremos y dar los pasos para lograrlo.

Profesor Investigador de la Universidad de las Américas, Puebla

 

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