¿En qué momento de tu vida decides participar políticamente en la sociedad mexicana?

Inconscientemente desde los 14 años. Conscientemente en el 86, en la campaña a la gubernatura de Sinaloa en la que participó mi papá, y en Monterrey un año antes con, el caso Canales, en Nuevo León.
 
Ante la crisis de seguridad que se vive actualmente, muchos sampetrinos se han ido del país, ¿qué te mueve para seguir participando ciudadanamente?

Yo no quiero ni puedo correr, aquí vivo, aquí viven mis hijos y mi marido. Soy mexicana y aquí me quiero quedar. Ya vimos que la clase política no nos va a sacar adelante de ningún lado. Seremos nosotros, las y los ciudadanos quienes lo haremos, por eso participo, porque no me quejo de lo que no haré para resolverlo.

 Actualmente hay un fuerte movimiento ciudadano contra los vicios y privilegios de la partidocracia, ¿cuál es tu visión crítica de los partidos en México?

Creo que los partidos se han olvidado de su razón de ser: ser medio y no fin para servir a su comunidad y lo ven como fin; por lo tanto, quien está ahí y los dirigentes están totalmente perdidos en su deber ser y viendo cómo sangran la vaca para seguir chupando.
 
¿Qué siente, o en qué piensa Tatiana Clouthier, cada vez que lee por la mañana las noticias y se entera de la cifra de narcoasesinatos en el país?

Me duelo y me pregunto para qué pasa esto y qué debemos aprender y cómo debemos actuar.
 
Recientemente la revista Proceso informó de la estrecha relación entre el flamante presidente de la CNDH y el mafioso Jorge Hank Rhon, ¿qué opinión le merecen el estado actual de los derechos humanos en México?

No conocía la noticia y de ser así duele.
 
Desde que Tatiana rompe con el PAN, su figura se ha ido elevando, tanto como su activismo y su visión crítica del quehacer político, ¿de qué manera es recibido este acontecimiento en el seno de una familia panista?

Tengo 9 hermanos y hermanas y mi madre, que son quienes aún viven.
De ellos sólo hay dos panistas, Rebeca, que vive en San Pedro, y mi madre, que vive en Culiacán; fuera de ahí nadie más es panista, por lo que la familia no se vislumbra como tal, sino como mexicana. Una de mis hermanas vive en Francia y anda en el arte, la otra es artista y anda en eso, tengo un hermano que se dedica a los negocios y no se mete en nada de política; en fin, creo que nos educaron en la libertad y a que nos respetemos. Decía mi padre que la familia es la cuna del amor, es donde se aprende a amar a los desiguales, pero al final tenemos todos un común denominador, un compromiso social, de amor y entrega a México y de hacer las cosas bien y en búsqueda de la verdad.
 
Cuando tu padre, Manuel J. Clouthier compitió por la presidencia de la república, logró concitar el apoyo de mucha gente, pero actualmente se vive un vacío en la figura presidencial, a tal grado que más bien parece que somos gobernados por una agencia de publicidad, mediante la emisión de miles y miles de espots, ¿qué opinión te merece este actual estado de cosas?

Creo que sería  maravilloso que la sociedad entendiera que una vez que vota debe seguir su labor de ciudadano, de lo contrario los que nos sirven desde el poder se pueden quedar solos o oírse solos. Eso creo que pasa hoy en día.

¿Qué aprendió Tatiana Clouthier en su experiencia como candidata a la alcaldía de San Pedro? 

Que el quehacer diario de ciudadanía es muy importante y que somos más los que queremos hacer las cosas bien que los que no. Que hay mucha tarea por hacer y que debemos seguir en constante supervisión de los empleados nuestros.

¿Cuál es la sociedad por la que lucha y sueña el movimiento evolución ciudadana?
Por una sociedad en donde la autoridad se sepa y se puedan ver y vivir los beneficios de los contrapesos, porque sabemos que los del poder son nuestros empleados y nos rinden cuentas, se transparentan nuestros o el gasto de nuestros impuestos, se nos pregunta cuando algo irá más allá de lo mínimo para ver cómo nos va afectar y si tenemos ese tema como gasto prioritario. Una sociedad que al ponerse contrapesos a sus autoridades puede ver los resultado de una aplicación de lo que dice nuestra Constitución, que somos iguales ante la ley, por lo que deberíamos tener los mismos derechos, tratos y oportunidades. Es la única manera de poder lograr que la riqueza se extienda, en lugar de la pobreza y de igual forma la justicia. Una sociedad más participativa y una clase política que asuma las consecuencias ante sus actos.

¿Qué personaje de la historia de México admiras, y por qué?
Creo que por el momento podría decir que a Sor Juana, por ser mujer y monja y no haberse sometido a lo que le impusieron, sino a ir más allá, a buscar la verdad y seguir aprendiendo sin darse por vencida.

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